25% para el acero y el 10% para el aluminio son los aranceles impuestos y ya aprobados por Donald Trump para productos de Canadá, México y la Unión Europea. Europa ya ha anunciado represalias contra empresas y agricultores estadounidenses. El presidente estadounidense Donald Trump había anunciado los aranceles en marzo, pero otorgó exenciones temporales hasta […]
InternacionalDirigentes Digital
| 04 jun 2018
25% para el acero y el 10% para el aluminio son los aranceles impuestos y ya aprobados por Donald Trump para productos de Canadá, México y la Unión Europea. Europa ya ha anunciado represalias contra empresas y agricultores estadounidenses.
El presidente estadounidense Donald Trump había anunciado los aranceles en marzo, pero otorgó exenciones temporales hasta el 1 de junio a varios aliados de Estados Unidos mientras se valoraban las repercusiones sobre la producción nacional.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, decía que el presidente actuó por motivos de seguridad nacional ya que veía como una amenaza para la industria nacional del metal y el acero las crecientes importaciones. “Sin una economía fuerte, no se puede tener una seguridad nacional sólida”, comentaba Ross.
Ross explicaba a la prensa que seguían dispuestos a continuar con las conversaciones con diplomáticos europeos y funcionarios de Canadá y México, “aunque es probable que sean polémicas”. “Seguimos dispuestos, de hecho ansiosos, a tener más conversaciones con todas estas partes”, dijo Ross desde París, donde asiste a las reuniones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
LA RESPUESTA INTERNACIONAL
“Esto es proteccionismo, puro y simple”, dijo Jean-Claude Junker, presidente de la Comisión Europea en respuesta a la medida tomada por Trump. La Unión Europea (UE) ha dicho que va a imponer aranceles “a una serie de importaciones de Estados Unidos”, refiriéndose a una lista de diez páginas que se publicó en marzo y que incluyen entre otros, el Kentucky Bourbon, las motocicletas Harley-Davidson, las naranjas, el tabaco o los pantalones Levi´s.
Los líderes europeos también prometieron presentar una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). “Ahora que tenemos claridad, la respuesta de la UE será proporcionada y de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio. Activaremos un caso de solución de diferencias en la OMC, ya que estas medidas estadounidenses van claramente en contra de las reglas internacionales acordadas. También impondremos medidas de reequilibrio y tomaremos todas las medidas necesarias para proteger el mercado de la UE de la desviación del comercio causada por estas restricciones estadounidenses”, explicaba Cecilia Malmström, Comisaria de Comercio de la UE.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron denominó a los aranceles de Trump como una “reducción nacionalista” que recuerda a Europa en la década de 1930.
Alemania sea quizás el que más tiene que perder entre los miembros de la Unión Europea aunque el mercado de EE. UU. representa un bajo porcentaje, de un solo dígito, de la producción de la industria siderúrgica alemana. Políticos alemanes han expresado su preocupación y la Federación de Acero de Alemania ha condenado los aranceles.
Por su parte, el gobierno británico comunicaba que están “profundamente decepcionados de que Estados Unidos haya decidido aplicar aranceles a las importaciones de acero y aluminio de la UE por razones de seguridad nacional. Reino Unido y otros países de la Unión Europea son aliados cercanos de los EE. UU. y deben quedar permanentemente exentos de las medidas estadounidenses sobre acero y aluminio”. “Defenderemos los intereses del Reino Unido con fuerza, continuamos trabajando estrechamente con nuestros socios de la UE y consideraremos cuidadosamente las propuestas de la UE en respuesta a los aranceles de Trump”.
El gobierno mexicano respondió a las medidas diciendo que “no son adecuadas, ni justificadas” y que “afectan y distorsionan el comercio internacional de mercancías”. Dijeron que impondrían medidas equivalentes con impuestos de importación a las exportaciones estadounidenses de cerdo, arándanos, manzanas, uvas, ciertos quesos y varios tipos de acero hasta que EE.UU. elimine la medida anunciada. Y Canadá ya ha dicho que impondrá aranceles contra productos estadounidenses por valor de 12.800 millones de dólares en represalias a la decisión de Washington.
También se espera que esta acción complique las relaciones comerciales de Estados Unidos con China sobre las prácticas comerciales que la administración considera injustas, sobre todo la preocupación de Washington sobre los esfuerzos de China para adquirir tecnología avanzada a través de prácticas de licencias obligatorias, cibertecho y otras medidas.
CRÍTICAS DENTRO DE SU PARTIDO
Canadá, México y la Unión Europea han sido durante décadas tres de los socios comerciales más importantes y cercanos a Washington. Por eso para algunos funcionarios estadounidenses este movimiento podría ser equivocado. Trump ya ha sido atacado por miembros de su propio partido, que en general prefieren menos restricciones comerciales.
“Malas noticias de que el Presidente ha decidido imponer impuestos a los consumidores estadounidenses que compran acero y aluminio de nuestros aliados más cercanos: Canadá, la UE y México (con quienes tenemos un superávit comercial en el acero)”, tuiteó el senador republicano por Pensilvania, Patrick Toomey. “Además de precios más altos, estas tarifas invitan a represalias”, seguía Toomey.
“Esto es una estupidez. Europa, Canadá y México no son China, y no se trata a los aliados de la misma manera que se trata a los oponentes”, dijo el senador por Nebraska Ben Sasse. “Hemos recorrido este camino antes: el proteccionismo general es una gran parte de por qué Estados Unidos tuvo una Gran Depresión. ‘Make America Great Again’ no debería significar ‘Make America 1929 Again’, continuaba el senador republicano.