El comercio electrónico desembarcó en España hace más de una década y, desde entonces, no ha dejado de crecer. Aunque su penetración ha tenido más acogida en algunos sectores que en otros, lo cierto es que todos han sucumbido a esta tendencia que llegó para quedarse. Ahora le toca el turno a la moda. Dado […]
NacionalDirigentes Digital
| 29 jun 2018
El comercio electrónico desembarcó en España hace más de una década y, desde entonces, no ha dejado de crecer. Aunque su penetración ha tenido más acogida en algunos sectores que en otros, lo cierto es que todos han sucumbido a esta tendencia que llegó para quedarse. Ahora le toca el turno a la moda.
Dado que hasta la fecha se caracterizaba por una baja penetración en el mercado online en comparación con otros segmentos, en el momento actual sus perspectivas de crecimiento se tornan bastante positivas. Según un estudio elaborado por el Observatorio Sectorial DBK de Informa, filial de Cesce, la cifra de negocios de este sector crecerá, de media, un 25% anual durante el bienio 2018-2019.
Si en 2015 la facturación agregada de las páginas web de venta de moda con contenidos específicos para España alcanzó los 770 millones, durante el último ejercicio se situó en los 1.320 millones, lo que supone un aumento del 71%. Un hecho que confirma la apuesta por la venta a través de Internet por parte de las principales enseñas dedicadas a la venta de este tipo de productos, especialmente en los últimos cinco años.
En concreto, entre el período 2012-2017, el mercado de distribución de moda en España se ha ampliado en cinco puntos porcentuales, hasta representar el 7% de los ingresos totales. En 2015, esta cantidad era de 770 millones.
Entre los factores que han influido en este ascenso, el informe destaca el “rápido” desarrollo de la oferta, el aumento de la confianza de los internautas en los sistemas de pago, así como el auge de los dispositivos móviles inteligentes.
En la otra cara de la moneda se encuentran los operadores de las cadenas tradicionales, quienes han apostado fuertemente por la omnicanalidad con el objetivo de fusionar la interacción entre la experiencia física y online de los clientes.