Arranca la Feria del Automóvil de Detroit en medio de la crisis del sector

La ciudad que fue durante años el símbolo del poderío de la industria automovilística estadounidense acoge desde esta semana hasta el 27 de enero el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS). Así, Detroit será la sede de una nueva edición de esta feria que lleva tres décadas celebrándose, aunque esta ocasión será la última que se celebra en enero.

Desde la organización se espera que la convocatoria de esta feria en verano revitalice la feria, que sufre la competencia de uno de los eventos más populares del año. La feria CES Las Vegas, centrada en tecnología, resulta más atractiva para los fabricantes a la hora de presentar sus novedades.

Tanto es así que este año desaparecen de Detroit enseñas como Mercedes-Benz, BMW y Porsche. De las grandes marcas europeas, tan solo Volkswagen acudirá a NAIAS. A la competencia entre ferias se suma el aumento de la tensión comercial, que frena el interés de los productores por mostrarse en Estados Unidos.

Los cambios de la organización van encaminados a que la feria logre revivir. El director ejecutivo de NAIAS, Rod Alberts, se muestra optimista, ya que explicó a la Sociedad de Analistas del Automóvil que la feria de este año servirá para celebrar la «herencia esta semana mientras nos preparamos para los próximos 30 años».

En todo caso, se trata de un momento de incertidumbre para el sector. Dos de los principales fabricantes estadounidenses se encuentran restructurando su producción. Por un lado, General Motors ya ha anunciado diversos cierres que se constatarán durante este año y que afectarán al 15% de los empleados, unos 14.500 trabajadores.

En concreto, las ciudades afectadas son Ontario (Canadá), Detroit y Warren (Ohio). Asimismo, el plan de restructuración incluye la “desasignación” de las plantas de propulsión de Baltimore, en Maryland, y de Warren, en Michigan.

Por otro lado, durante la semana pasada se produjo el anuncio de Ford de que reorganizará su producción en Europa. Ese término sirve para decir que la fábrica de Ford en Burdeos (Francia) cerrará en agosto, mientras que la filial europea estudia qué hacer con otras que tiene en Alemania.

Economía>Internacional

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *