El BCE celebra este mes de septiembre una de las reuniones más importantes de la entidad en los últimos meses, o al menos una de la que más interés está generando. Los expertos esperan tres cosas de este esperado evento: una reducción en el ritmo de compra de activos, un nuevo pronostico sobre la inflación […]
BolsasEl BCE celebra este mes de septiembre una de las reuniones más importantes de la entidad en los últimos meses, o al menos una de la que más interés está generando. Los expertos esperan tres cosas de este esperado evento: una reducción en el ritmo de compra de activos, un nuevo pronostico sobre la inflación en la Zona Euro y un cambio en las perspectivas de crecimiento ajustándolo al impacto de la variante Delta. “El mercado otorga una probabilidad elevada a que comience a reducirse el ritmo de compra de activos del programa lanzado por la pandemia (PEPP). Desde la reunión de marzo de este año, el BCE incrementó “de manera significativa” el ritmo de compras hasta una media de 80.000 millones de euros mensuales, volumen que probablemente se vea rebajado en la reunión de este jueves”, comenta Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G Banca Privada.
El BCE compra actualmente 80.000 millones de euros al mes en el marco del programa de compras de emergencia para casos de pandemia (PEPP), más 20.000 millones de euros al mes en el marco de los programas ordinarios de compra de activos (APP), y en esta reunión el Consejo de Gobierno volverá a examinar el ritmo de compra del PEPP teniendo en cuenta una nueva ronda de proyecciones macroeconómicas trimestrales. “Seguimos esperando un nuevo ritmo de compras del PEPP de 60.000 millones de euros al mes, en línea con el ritmo de compras de principios de año y con nuestra opinión de que el BCE reducirá el ritmo de compras netas mensuales con el tiempo, desde los actuales 100.000 millones de euros al mes hasta los 60.000 millones de euros al mes en el segundo trimestre de 2022”, comenta Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.
El consenso de mercado espera que el PEPP se reduzca de los 80.000 millones actuales, hasta un nivel de 65.000 o 60.000. Pero señalan que esto no se puede catalogar de tapering, ni tampoco creen que la entidad vaya a dejar de ser ‘dovish’. “A pesar del menor ritmo de compra, creemos que Lagarde se esforzará por mantener una postura dovish, destacando que la recalibración no representa un movimiento de reducción, sino simplemente un reajuste a la evolución económica y a las recientes tendencias de las condiciones de financiación (extremadamente acomodaticias)”, añade Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management.
Por otro lado, se espera también una nuevas perspectivas sobre la inflación y el crecimiento en la Zona Euro. “Al observar las proyecciones actualizadas del BCE, anticipamos una ligera revisión al alza tanto del PIB como de la inflación para 2021 y, dados los efectos positivos, también para 2022”, comenta Piazza.
En general, los analistas apuntan a que los pronósticos tanto de crecimiento como de inflación serán revisados al alza, sobre todo después de que en agosto la inflación llegase al 3%, muy por encima del objetivo del BCE. Aun así, “Esperamos que el BCE reconozca el movimiento alcista, pero mantenga la idea de que los factores temporales que se corregirán a partir de principios de 2022 y el escaso crecimiento salarial suponen riesgos limitados para la inflación a medio plazo”, añade la analista de renta fija de MFS. Por tanto, en este respecto no se esperan grande movimiento en los cambios de perspectivas.
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