Bitcoin lleva desde el mes de septiembre de 2019 sin mantenerse con claridad por encima de los 10.000 dólares. De hecho, aunque el pasado mes de febrero llegó a superar los 10.300, le duró muy poco mantenerlos. De esta manera, la divisa digital ha conformado en este precio una barrera que parece difícil de romper, […]
BolsasBitcoin lleva desde el mes de septiembre de 2019 sin mantenerse con claridad por encima de los 10.000 dólares. De hecho, aunque el pasado mes de febrero llegó a superar los 10.300, le duró muy poco mantenerlos. De esta manera, la divisa digital ha conformado en este precio una barrera que parece difícil de romper, pero sobre todo, de mantener.
“Es absolutamente crítico que el precio se mantenga por encima de este nivel para asegurarnos de que no veamos una capitulación similar a la del primer trimestre. Este podría ser el momento alcista que necesita la criptomoneda para embarcarse en su merecido rally post-Halving. Si vemos que el precio de Bitcoin cobra impulso como lo ha hecho en el pasado, más gente comenzará a ver la clase de activos como una inversión a largo plazo, lo que contribuirá tanto a su rendimiento desde el punto de vista de inversión, como a una mayor adopción generalizada de la moneda”, comenta el analista de la plataforma de inversión en multiactivos eToro Simon Peters.
Lo cierto es que el Bitcoin superó en la sesión del martes los 10.000 dólares con claridad, pero le duro muy pocas horas y se desplomó más de 6% hasta regresar de nuevo al entorno de los 9.500 dólares, donde lleva anclado desde que se produjo el halving el pasado mes de mayo.
Pese a ello, Peters comenta que: “Un hecho positivo en la historia reciente de Bitcoin es que la demanda no procede únicamente en las economías desarrolladas. Como muestran los datos UTXO (Unspent Transaction Output), muchos inversores están buscando mantener Bitcoin a largo plazo en lugar de estar haciendo trading constantemente con la criptodivisa, y estamos viendo una gran demanda de países latinoamericanos como Argentina, donde el Gobierno está cerca de incumplir sus deudas, y Venezuela, donde la hiperinflación se ha afianzado. Esto se suma a la demanda procedente de países como EE UU, Reino Unido y Europa continental”.