Las dudas sobre si la política monetaria ultra expansiva que han iniciado los bancos centrales generará inflación, deflación o estanflación están muy presentes. Lo cierto es que, tanto el BCE como la Reserva Federal han aumentado en más de un 30% el volumen monetario y esto puede tener serias consecuencias. David Page, jefe de Investigación […]
BolsasLas dudas sobre si la política monetaria ultra expansiva que han iniciado los bancos centrales generará inflación, deflación o estanflación están muy presentes. Lo cierto es que, tanto el BCE como la Reserva Federal han aumentado en más de un 30% el volumen monetario y esto puede tener serias consecuencias. David Page, jefe de Investigación Macro de la gestora de fondos AXA Investment Managers, advierte del “impacto deflacionario que tendrá el crash de Covid19”, sobre el que señala que, probablemente, “el virus tendrá diferentes efectos en diferentes sectores y resulte en una mayor dispersión de precios”.
Así, Page señala que, desde AXA IM, prevén “un shock de demanda que es probable que domine en los próximos años”, algo que, según indica “amenaza con una caída en las expectativas de inflación”. El pronóstico de la gestora para 2020 gira en torno a una inflación promedio de solo 0.4% en la Eurozona, 0.5% en los EE. UU. y 0.6% en el Reino Unido y 0.1% en Japón.
Los mercados no esperan que la inflación alcance los objetivos que los bancos centrales tienen fijados para los próximos diez años. El breakeven de la curva de inflación estadounidense muestra el nivel de inflación descontado en los bonos del Tesoro de EE.UU a diferentes niveles de vencimiento o en años a futuro. La perspectiva crucial es que las expectativas de inflación se han reducido a lo largo de la curva desde el comienzo del año. Esto ilustra que el mercado entiende que será prolongado el daño que la economía estadounidense sufre a causa de la pandemia.
Por su parte, Peder Beck-Friis, Portfolio Manager, Global Macro, at PIMCO, señala que: “Esperamos que la inflación siga siendo moderada durante 2020 y 2021, muy por debajo del objetivo del BCE, ya que las presiones desinflacionarias causadas por la menor demanda y bajos los precios del petróleo compensan con creces algunas presiones inflacionistas provocadas por las interrupciones de la oferta. Las perspectivas de inflación a medio plazo – en 2022 y en adelante- dependen de la combinación de políticas fiscales y monetarias cuando la economía regrese a su capacidad plena. Si para entonces, tanto la política fiscal como la monetaria siguen añadiendo estímulos, entonces existirá el riesgo de que la inflación empiece a aumentar”.
Con todo ello, en los próximos meses todo indica a que la inflación no registrará un comportamiento alarmante, todo lo contrario, ya que será inferior a la que estiman los bancos centrales.