La tecnología impulsa el ahorro de tiempo y dinero en las compañías al tiempo que ayuda a mejorar la relación con los clientes. Los beneficios de la digitalización son amplios, sin embargo, de la teoría a la práctica hay bastante diferencia. “Radiografía de la pyme” elaborada por Sage, refleja que solo el 19% de las pymes están preparadas para este proceso. 

En 2001 se incorporó a esta compañía de software de gestión empresarial y todos los cambios que se han ido sucediendo los ha ido viviendo con mucho “dinamismo” e innovaciones constantes. Y no solo cambios tecnológicos sino también culturales. En los últimos años ha ido fortaleciendo su papel como “altavoz de las pymes” e insiste en hacer una apuesta decidida en tres vertientes para acelerar la transformación digital: Gobierno, empresas y una reforma educativa para que los profesionales se mantengan actualizados. 

DIRIGENTES habla con Luis Pardo, CEO de Sage Iberia, para conocer cuál es el estado actual de la digitalización de las pymes antes de poner punto final al presente ejercicio y de cara al inicio de la siguiente década.

Los beneficios de digitalizarse son muchos. Teniendo en cuenta todas estas ventajas, ¿qué está ocurriendo para que no sean capaces de abordar este proceso?

Cuando se pregunta qué beneficios tiene la digitalización, normalmente se habla de costes, eficiencia y control, pero no se está hablando de todas las oportunidades de hacer crecer el negocio, de tener mayor segmentación e interlocución e interrelación con tus clientes. Es decir, se está viendo desde un punto de vista más coste-eficiencia y no desde expansión + ventas + interrelación y fidelidad con el cliente.

No se conocen realmente los beneficios, solo se conoce una parte más ligada con la automatización y la confunden con digitalización. Cuando automatizas un proceso aplicas una tecnología que puede ser, mediante un software para hacer un trabajo más rápido y con menos costes. Pero cómo conectas e interconectas toda la automatización con tu ecosistema, con tus clientes, cómo sacas del petróleo del siglo XXI que es el dato y eso lo tienes interconectado en tiempo real con los stakeholders que den valor a tu negocio... Ahí empiezas a digitalizar tu negocio porque estás cambiando el modelo de negocio para hacerlo más competitivo. 

Se anteponen los riesgos a las oportunidades. Uno de los riesgos que se ven es no conocer cuál es el ROI, la inversión en una maquinaria es fácil de calcular, pero un proceso tecnológico no está tan claro. El tercer elemento que hace que vaya más lento, el 67% de las empresas dicen que no tienen el talento para abordar este proceso. 

Añadiría un cuarto elemento, el 19% de las pymes sí tienen un plan de transformación digital. Pero solo el 50% tiene un presupuesto asignado. Se necesita un cambio de cultura.

Dentro de las pymes, ¿qué sectores se están quedando más rezagados y cómo les ayudáis desde Sage a impulsarlos?

Los sectores son muy heterogéneos. Algunos por la propia dinámica del mercado se han visto impulsados a acelerar su transformación digital: la banca es un ejemplo, al igual que las aerolíneas, las reservas de viajes, turismo... Algunos como el horeca no han percibido esa necesidad tan a corto plazo. El área del retail hasta hace muy poco ha estado en un marco más conservador en las formas de hacer y ahora podemos ver una auténtica revolución que están empezando las grandes cadenas, pero de una forma muy capilar también se puede ver en comercios de distintos tamaños. 

Nos dirigimos a todos los sectores. A las pymes nos acercamos porque son la gran mayoría, crean el 66% del empleo y el 62% del PIB. Les dejamos todas las soluciones de Sage a su abasto, informándoles de cuáles son esos beneficios, que pueden ir desde cómo tener en cloud computing en el móvil una aplicación en la que pueden en minutos aprender a facturar, tener un presupuesto, escanear un ticket, cómo hacer procesos muy simples para llevar la gestión de cualquier empresa. En las medianas les enseñamos a gestionar la complejidad para hacerla sencilla. Otra de las partes es la formación que brindamos para explicarles qué pueden hacer con esas soluciones.

¿Cómo estas empresas deben adoptar las tecnologías para que su crecimiento sea efectivo?

Tiene que haber un plan. Siempre digo que tiene que haber el 4+1. Lo primero es una estrategia, ¿hacia dónde va mi negocio? Lo segundo, es desarrollar este plan y diseñarlo. Una vez decidido dónde voy, hay que ver cómo voy. Ahí tengo que ver en qué partes de la cadena de valor la tecnología me puede hacer más competitivo. 

Luego viene la implementación y ver quién lo va a hacer y cómo lo va a hacer. Tiene que haber una provisión de inversiones financieras, pero sobre todo tenemos que tener el talento para llevarlo a buen puerto. Tras ello, está la optimización. La transformación digital no tiene fin, es un camino. A lo largo de este viaje hay que ver cómo se puede aprender de los errores y de los éxitos, las cosas que han funcionado bien para fortalecerlo y ahí está la optimización. El +1 es crear la cultura de la innovación y de la transformación digital, un proceso que debe impulsarse desde la alta dirección. 

¿Cómo resumirías el futuro de la compañía y el de la digitalización?

Veo un futuro de muchos cambios, no lo digo yo, lo dice FMI dice que de cara a 2022, se habla de la desaparición de 75 millones de puestos de trabajo en el mundo, lo que no se suele comentar mucho es que van a aparecer 130 millones de puestos. El neto es muy positivo, entonces lo que veo en Sage y en todas nuestras empresas es que hay que reaprender las profesiones. Vamos a tener que formarnos en nuevas disciplinas que nos hagan competentes en la nueva era digital. Otra vez, el centro de todo esto no es la tecnología, son las personas. No puedes cerrar los ojos a esta realidad, esta revolución tecnológica no es una moda, está aquí para quedarse y el 20% de la economía en el mundo ya es digital.