Subasta de letras del Tesoro en dólares y pesos, adelanto de fondos del FMI, revaluación de gastos de infraestructura, intervención del Banco Central en la plaza financiera. Tales han sido algunas de las medidas del gobierno de Mauricio Macri, durante la segunda mitad de agosto, para minimizar los daños que la volatilidad global infligió a […]
InternacionalDirigentes Digital
| 30 ago 2018
Subasta de letras del Tesoro en dólares y pesos, adelanto de fondos del FMI, revaluación de gastos de infraestructura, intervención del Banco Central en la plaza financiera. Tales han sido algunas de las medidas del gobierno de Mauricio Macri, durante la segunda mitad de agosto, para minimizar los daños que la volatilidad global infligió a sus planes de reestructuración nacional.
Devaluación de más del 65% del peso (moneda local) desde enero, déficit fiscal de 4% del PBI, inflación interanual de 31%, caída de la proyección de crecimiento de 3% a -1% este año y los fantasmas de la cesación de pagos de 2001 son los ingredientes más picantes del caldo de “incertidumbre” que se cocina en el país sudamericano.
Por si ello fuera poco, un escándalo de peculado de proporciones brasileñas viene enervando a la población, cada vez con menos empleo y menos capacidad de consumo, en una espiral de descontento cuyos efectos trascienden fronteras: las acciones de empresas argentinas se hundieron más del 10% este miércoles (29) en Wall Street.
Línea de frente
Ante tal escenario, el presidente Mauricio Macri (centro-derecha) se puso en primera línea este miércoles (29), cuando le dijo a la Nación que “garantizar el financiamiento para 2019 nos va a permitir fortalecer la confianza y retomar el sendero de crecimiento lo antes posible”. Horas después de su alocución, el peso se devaluó 7,5%.
El mandatario se refería al adelanto de un nuevo envío del FMI (USD 3000 millones) como parte del acuerdo que ese país firmó, en junio, por un stand by de USD 50.000 millones durante 36 meses. El organismo presidido por Christine Lagarde ya envió USD 15.000 millones, pero tan sólo dos meses después, el nerviosismo del mercado recrudeció esta semana.
El dólar, moneda usada tradicionalmente por argentinos para ahorrar y medir su capacidad de consumo diario (a pesar de su animosidad manifiesta contra Estados Unidos), ha escalado tanto (+65% desde enero) que Argentina está en el podio de los emergentes más golpeados por la volatilidad global, disputando con Venezuela, Turquía y Sudáfrica.
Peligrosa deriva
Para completar el cuadro, la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central de sindicatos del país, anunció que hará una huelga general en septiembre -cuando se discute el Presupuesto 2019- contra la política económica de la administración Macri y el acuerdo con el FMI, que han llevado, sostienen, a la “peligrosa deriva” de Argentina.
De origen ideológico común con Cristina Fernández, expresidente implicada en malversación de fondos públicos, esa unión transita una crisis institucional debido a una disputa de conducción condimentada por complicaciones judiciales de sus dirigentes.
Por último, tras sus intervenciones para contener al dólar, las reservas del Banco Central este 29 de agosto eran de USD 54.301 millones. El 2 de enero, llegaban a USD 55.732 millones, mientras que el 26 de junio, después del primer desembolso del FMI, marcaron USD 63.270 millones.