Filipinas e Indonesia, por otra parte, van a cerrar el año con una recesión cercana al 10%. “Contener este virus, en naciones como China o Vietnam, ha sido clave para estabilizar la demanda interna”, comenta Alicia García-Herrero, del Banco Natixis, a DIRIGENTES. Existe una correlación del PIB con la movilidad. Las ventas minoristas, extremadamente sensibles […]
InternacionalDirigentes Digital
| 21 dic 2020
Filipinas e Indonesia, por otra parte, van a cerrar el año con una recesión cercana al 10%. “Contener este virus, en naciones como China o Vietnam, ha sido clave para estabilizar la demanda interna”, comenta Alicia García-Herrero, del Banco Natixis, a DIRIGENTES. Existe una correlación del PIB con la movilidad. Las ventas minoristas, extremadamente sensibles a escenarios de restricciones sin movilidad, están aumentando en China. Y, debido a la crisis económica en las naciones occidentales, también han entrado más capitales en Asia-Pacífico. China, además, ha incrementado sus exportaciones e importaciones durante 2020. Y esta resiliencia en las finanzas, de alguna manera, “es positiva para apuntalar variables como consumo e inversión”, señala García-Herrero a DIRIGENTES.
Tailandia, dependiente del turismo, ha reducido un 6,5% su PIB de 2020. Sin embargo, tras Singapur o Taiwan, mantiene el tercer superávit corriente más elevado de toda la región. Es decir, pese a las notables caídas del PIB, Asia- Pacífico está mejor preparada en comparación con la crisis asiática de 1998. Es más, excluido Japón, el crecimiento de la región será del 5,6% en 2021. Sería un dato similar al de la UE (pero sin haber sufrido su recesión, del - 7,5%, en 2020). Y un punto superior a Estados Unidos. India liderará el crecimiento en 2021, con un alza del 8,7%, según Natixis. Y Japón, en línea con otras economías desarrolladas, apenas rebotará un 2%.
Las estimaciones de 2021, en todo caso, dependerán del control de la pandemia en cada país. Y, a largo plazo, son otros los factores de riesgo en Asia. Los crecientes niveles de endeudamiento, fundamentalmente en Japón o China, son amenazas latentes sobre variables como consumo e inversión. El envejecimiento demográfico, conviene recordarlo, reducirá el crecimiento potencial de muchas economías asiáticas. En China, hacia 2050, un 25% de la población serán ancianos (frente al 10% de 1995). Y en otras naciones, con más potencial de crecimiento, también es necesario diversificar las fuentes de ingresos. India e Indonesia aún dependen bastante de los flujos de capital extranjero. Y Filipinas, por poner otro ejemplo, también recibe muchas remesas desde el extranjero. Mejorar su capacidad exportadora, en este sentido, será clave para garantizar un crecimiento económico sostenido más allá de 2021.