Panamá, como nación adherida a la estrategia B&R, espera impulsar notablemente sus relaciones comerciales con China. Por ejemplo, la central hidroeléctrica Chan-2, en Bocas del Toro, va a contar con participación china. De hecho, hasta ahora hay firmados 22 convenios comerciales con China y se avanza hacia un tratado de libre mercado. China, líder mundial […]
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| 24 sep 2018
Panamá, como nación adherida a la estrategia B&R, espera impulsar notablemente sus relaciones comerciales con China. Por ejemplo, la central hidroeléctrica Chan-2, en Bocas del Toro, va a contar con participación china. De hecho, hasta ahora hay firmados 22 convenios comerciales con China y se avanza hacia un tratado de libre mercado.
China, líder mundial en energía eólica o fotovoltaica, sabe que Panamá desea tener dos terceras partes del pastel energético total dedicado a las renovables antes de 2050. En tratamiento de aguas, o los programas dedicados a la vivienda social, China también espera tener una participación importante. La inversión en la próxima década se estima en 250.000 millones de dólares, además de orientar sus ventas y compras hacia ese continente. Así, China desbanca a la Unión Europea como segundo principal socio comercial.
En ese sentido, desde hace varios años se han ido cerrando distintos acuerdos comerciales y plataformas de diálogo multilateral, como son el Foro de Cooperación China-CELAC (Comunidades de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Sin embargo, la inversión china dentro del sector de las infraestructuras, en América Latina, avanza con relativa lentitud. Ding Hui, Director del gigante constructor chino CAMC, lamenta que la financiación de infraestructuras en América Latina es bastante mejorable. Ding señala que estas inversiones son siempre de largo plazo, con un retorno incierto, las cuales requieren una estabilidad financiera mínima.
A pesar de ello, China pretende invertir 40.000 millones de dólares en la construcción del canal de Nicaragua, lo que reivindica el peso que tiene América Latina para la iniciativa china.
“No puede ser que, ante cualquier shock político o financiero, el incumplimiento de los contratos sea la primera opción”, apunta este empresario chino. “El BAII, además de otras instituciones multilaterales, pueden ser útiles para garantizar una estabilidad financiera a las empresas chinas que trabajamos en LATAM”, asevera.
En todo caso, América Latina también está dando paso a firmas privadas chinas que, como el fabricante de teléfonos móviles Xiaomi, desean expandir su mercado hasta nuevas fronteras del universo B&R.