La balanza comercial de la Unión Europea respecto a China siguió en 2018 inclinada del lado de las importaciones, con un déficit de 185.000 millones de euros. Durante el periodo 2008-2018, el déficit comercial de la Unión Europea con respecto a China se mantuvo en un horquilla de entre los 130.000 y los 190.000 millones […]
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| 27 may 2019
La balanza comercial de la Unión Europea respecto a China siguió en 2018 inclinada del lado de las importaciones, con un déficit de 185.000 millones de euros. Durante el periodo 2008-2018, el déficit comercial de la Unión Europea con respecto a China se mantuvo en un horquilla de entre los 130.000 y los 190.000 millones de euros.
El año pasado, China se situó como el segundo socio comercial con la Unión Europea para la exportación de bienes (un 11% del total) y el mayor importador de bienes dentro de la Unión (el 20% de todas las compras). En términos totales, la UE exportó bienes por valor de 210.000 millones de euros, mientras que importó 395.000 millones; de ahí el saldo negativo de 185.000 millones de euros.
Con estos datos queda patente que Europa mantiene la situación de dependencia del gigante asiático en un momento en el que arrecia la guerra comercial entre Estados Unidos y China tras la imposición mutua de multimillonarios aranceles a sus bienes. Para paliar la diferencia en el comercio con China, la UE debería encaminar cerca de un 20% de los bienes producidos hacia China; esto es, doblar las exportaciones, o bien reducir casi a la mitad los bienes importados.
Las transacciones comerciales entre los dos mercados tienen principalmente como objeto la maquinaria y los vehículos, productos químicos y bienes manufacturados, en uno y otro sentido. En el caso de las importaciones, estos tres apartados suponen el 97%; mientras que consisten en el 84% de lo exportado.
Entre los estados miembros, Países Bajos es el mayor importador, con un saldo de 85.000 millones; mientras que Alemania exporta bienes por 94.000 millones a China, principalmente de la industria de automoción.
Daño colateral de la guerra comercial
La guerra comercial entre China y Estados Unidos está afectando colateralmente a la Unión Europea, donde un tercio de las compañías que tienen negocios con la segunda potencia mundial están sufriendo una merma en sus ventas, según un informe realizado por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.
El estudio se llevó a cabo entre 585 empresas durante los meses de enero y febrero, momento en el que se relajaba el tira y afloja entre Pekín y Washington. Las tensiones llegaron a máximos a comienzos de mayo con sucesivos incrementos tarifarios entre ambos contendientes.
“La cámara europea no está de acuerdo con los aranceles”, declaró Charlotte Roule, vicepresidenta del organismo. Sin embargo, añadió que China necesita seguir abriendo su mercado a compañías extranjeras.
Las tensiones avivadas por Trump afectan al comercio europeo, tal y como muestra el informe: “las principales cuestiones en relación a la guerra comercial deben abordarse en respuesta a las barreras de acceso al mercado y los desafíos regulatorios, a la vez que abordamos la reforma de las empresas públicas y las transferencias forzadas de tecnología”.