Mientras en España quedan dos cajas de ahorros de las 45 que había antes de la crisis de 2008, en Alemania hay todavía unos 400 “Sparkassen” operativos. “El sector está sobredimensionado, con sucursales y personal. Encaran el desafío del online-banking y sufren con la política de tipo de interés cero del Banco Central Europeo (BCE), […]
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| 04 feb 2019
Mientras en España quedan dos cajas de ahorros de las 45 que había antes de la crisis de 2008, en Alemania hay todavía unos 400 “Sparkassen” operativos. “El sector está sobredimensionado, con sucursales y personal. Encaran el desafío del online-banking y sufren con la política de tipo de interés cero del Banco Central Europeo (BCE), que ahuyenta al ahorrador tradicional. A las cajas no le quedará otro remedio que seguir cerrando sucursales y reducir plantillas con el fin de reducir costes, sobre todo en municipios pequeños y zonas rurales”, dice el economista alemán Juergen B. Donges, catedrático en el think tank alemán “Institut für Wirtschaft” (IW) en Colonia.. Alemania es casi el único país de la zona euro donde existe todavía una estructura de cajas de ahorros en esta dimensión.
“Es muy improbable que puedan sobrevivir a largo plazo con la poca rentabilidad que pueden sacar en tiempos de tipos bajos y con una gran revolución tecnológica en curso”, dice el economista y experto de bancos de la Universidad San Pablo CEU, Javier Morillas. Es por ello que el CEO del banco austríaco Erste Bank, participado por Caixabank, propone que las cajas de referencia en Alemania se fusionen con Deutsche Bank. La última ha podido registrar después de tres años de pérdidas el año pasado un beneficio de 341 millones de euros. Pero la imagen del banco está bajo mínimos después de la implicación en escándalos manipulación de tipos de interés, casos de corrupción y de lavado de dinero.
El sector necesita concentración para ser más eficiente
La estabilidad del sector bancario alemán está afectada también por la débil Commerzbank, número 2 de las entidades de crédito en Alemania. Por todo ello, Andreas Treichl de Erste Group, cree que es más razonable este camino de la fusión de Deutsche con algunos “Sparkassen” que con otra entidad enferma del sistema como muchos expertos y políticos exigen: “Este camino de la fusión de Deutsche Bank con las Cajas haría realidad a un banco fuerte europeo”. Erste Group, que tiene su origen en una caja tradicional de Austria, ha vivido al igual que La Caixa o Bankia esta conversión de una “Sparkasse” en un banco.
La entidad salió en 1997 a bolsa y sabe igual que los bancos españoles que la fusión entre estas dos entidades es una salida válida. Erste ha mantenido la estructura principal de las sucursales de cajas, se ha quedado con la imagen buena de su cercanía con el cliente, pero las sucursales son ahora mucho más eficientes y digitalizados. La gestión de todo el grupo que tiene a través de compras una presencia fuerte en Europa del Este funciona como un banco privado vigilando sobre todo la competencia y la propia eficiencia.
Han empezado tiempos turbulentos para las “Sparkassen”
Para que una fusión entre cajas de ahorros y Deutsche Bank se pueda producir en Alemania, serían necesarios cambios importantes a en la legislación de las cajas de ahorros. Por el momento los “Sparkassen” solamente pueden operar a nivel local o regional y su destino está muy ligado a través de un sistema de ayuda solidaria único en el mundo. Sin embargo, esta opción de ser el salvador del Deutsche y así de todo el sector bancario alemán no es el único papel para las cajas este año, también tienen que salvar el sistema de los Landesbanken (en su origen bancos centrales de las cajas de ahorros y regiones). Así tienen que cubrir ahora la falta de liquidez del NordLB, el Landesbank del Norte de Alemania.
Es su obligación legal, porque dentro del sistema de reciprocidad de ayuda de los “Sparkassen” están incluidos también los Landesbanken de los que ya existen solamente cuatro, porque Helaba de Hessen acaba de ser vendido a unos fondos de inversión. Como las cajas, los Landesbanken están politizados. Como ha sido el caso en España, las autoridades de competencia europeas siempre están vigilando cada movimiento de este tipo. La ayuda que tiene que ser pagada ahora por las Cajas para NordLB ronda los 1.200 millones de euros. Así, se evita que esta entidad también sea vendida como Helaba a inversores institucionales. Pero aunque este protagonismo de repente para las cajas es halagüeño para ellas, no tienen la capacidad financiera para cumplir este papel que se les asigna ahora. Aunque en Alemania la ley de cajas de ahorros prevé que ellos ayudan a otras entidades públicas a través de un fondo especial previsto para ello (Haftungsverbund), los Sparkassen necesitan urgentemente una salida comercial. Su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) está solamente en un 6,66%, mientras que la de los bancos españoles está en un 9,66%.