A mediados del primer año de la pandemia, la ONU previó que Latam comenzaría este 2021 con 45 millones de nuevos pobres, según consta en el informe “Impacto del covid-19 en América Latina y el Caribe”. Cepal caracterizó a la región como “la más golpeada del mundo en desarrollo” y a su crisis económica como […]
InternacionalDirigentes Digital
| 13 abr 2021
A mediados del primer año de la pandemia, la ONU previó que Latam comenzaría este 2021 con 45 millones de nuevos pobres, según consta en el informe “Impacto del covid-19 en América Latina y el Caribe”. Cepal caracterizó a la región como “la más golpeada del mundo en desarrollo” y a su crisis económica como “la peor de los últimos 120 años”, tras una contracción del -7,7% en 2020. Ocde, Caf y la Comisión Europea elaboraron proyecciones de números semejantes.
Ante tales perspectivas, repensar prácticas se ha tornado ineludible para la supervivencia de las compañías latinoamericanas en un escenario en el que “es probable que 2,7 millones de microempresas cierren, lo que implica la pérdida de 8,5 millones de puestos de trabajo”, según las cifras que tenía en manos la secretaria general de la Cepal, Alicia Cárdenas, al momento de presentar el más reciente “Perspectivas Económicas de América Latina”.
Es así como sostenibilidad, nuevo liderazgo, futuro del trabajo, nuevos modos de generar ingresos y cambio climático se han convertido en los principales temas que se debaten en estos días en eventos de organismos como el Banco Mundial, pero también en foros menos institucionales, aunque no menos efervescentes, de ClubHouse, LinkedIn o transmitidos por Zoom.
El informe “Tendencias en Sostenibilidad y RSC (Responsabilidad Social Corporativa)”, de Ansari, por ejemplo (presentado en línea a mediados de febrero), enfatiza que la sostenibilidad “ha pasado a ser parte esencial del modo en que se obtienen los ingresos” en una realidad en la que los empleados se tornaron el centro de toda acción corporativa para transformar la sociedad y generar valor de medio y largo plazo.
“Desde Amazon hasta Orange pasando por Danone o Inditex cada vez más empresas se están comprometiendo a ser carbono neutrales fijándose el objetivo de 2030-2050”, apunta el informe, señalando que un efecto de la pandemia es que la RSC pasa de estar muy centrada en acciones sociales de filantropía a una mirada más amplia que incluye el ambiente.
“Muchas de las grandes empresas de Latam nos llevan ventaja en sostenibilidad”, dijo Pilar Llácer, investigadora sobre el futuro del trabajo, al comentar un relevamiento de la EAE Business School y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) según el cual 8 de cada 10 empresas de la región entienden la RSC como “una forma natural de hacer negocios” mientras que el 95% colaborarán con su competencia para superar los retos actuales.
En el estudio, que analiza el universo iberoamericano con una perspectiva de sostenibilidad tras la pandemia, han participado 102 empresas de 14 países de Latam y España, más de la mitad con facturación superior a los mil millones de dólares al año. Salud, bienestar y paliativos de la crisis económica son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aparecen destacados con más frecuencia en la proyección.
Las compañías participantes fueron, entre otras: Mapfre, Iberia, Grupo Bimbo, Banco Sabadell, Fluidra, ATRESMEDIA, Gadisa, Enagás, Securitas Direct, LaLiga, OHL, Grupo Red Eléctrica, DKV seguros, GRUPO AZVI, Grupo Alfa, CAF, Bancolombia, Cementos Pacasmayo y Consorcio Nobis.
“El informe desvela que se ha producido un gran cambio en cómo las empresas perciben cuál debe ser su rol dentro y para la sociedad. Las compañías no sólo están convencidas de la necesidad de convertir la RSC y la sostenibilidad en uno de sus ejes principales, sino que apuestan por asumir el liderazgo en este aspecto”, dijo Núria Vilanova, presidenta de CEAPI. Reinventar la gestión En todo este proceso de reinvención, el 78% de las consultadas cree que la RSC “ha de ir un paso por delante de la legislación y anticiparse a los retos del futuro” entendiendo que la sostenibilidad será aún más importante en la etapa post-covid19 y que este modelo “debe permear de forma transversal por todas las áreas de la empresa”.
En este nuevo paradigma, “responder a las expectativas de los stakeholders internos (los empleados) pasa a ser la línea de acción más importante” siendo que estos son ahora considerados por encima de los clientes y de la sociedad en su conjunto, coincidieron los ponentes durante la presentación del trabajo.
“Pensemos en un equipo de fútbol: quien tiene la pelota en cierto momento es quien lidera la estrategia hasta pasársela a otro jugador, que asume el liderazgo en otra área del campo por otro período y así sucesivamente hasta convertir el gol”, comentaba recientemente el CMO de una multinacional de tecnología en un foro de ClubHouse al proponer su traducción de los nuevos modelos de gestión que la pandemia trae de cara al futuro del trabajo corporativo.
Tal vez una de las transformaciones más desafiantes en el mercado sea la de desplazar el foco de la competencia entre empresas, en el sentido de rivalidad o disputa, para ponerlo en la cooperación no sólo para colocar productos en la sociedad, sino la confluencia para crear valor compartido de manera transversal, un cambio de visión que termina con prácticas establecidas por décadas y siglos.
Update or die Cuánto tiempo estos cambios y aceleración emplearán para efectivamente entrar en el DNA de la economía es algo que veremos sobre la marcha. Por lo pronto, como le dijo a esta revista un gestor público ambiental en la megalópolis de São Paulo, “las empresas han entendido que adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible ya no es una pose o mero discurso bonito, sino una decisión que lleva, literalmente, a actualizarse o morir”.
En momentos en que no había señales aún de que la propagación del virus estuviese disminuyendo en Latam, la región más afectada del planeta, estos “síntomas” de sostenibilidad parecían diagnosticar, no obstante, un cuadro de salud con más fortaleza para la incipiente economía post-covid.
Ha quedado demostrado durante la pandemia que tecnologías como la inteligencia artificial (IA) traen un gran potencial cuando son aliadas a decisiones estratégicas con una perspectiva de sostenibilidad. En el ecosistema empresarial, la consultora Ansari destaca el uso de IA con los siguientes propósitos:
• Elaborar el rating de temperatura que usan inversores para evaluar 4.000 firmas globales en relación con el Acuerdo de París respecto de la reducción de gases efecto invernadero (GEI)
• Rastrear las emisiones y fugas de GEI en plantas industriales, así como mejorar la eficiencia energética de las instalaciones y los procesos industriales
• Diseñar nuevos productos que reduzcan el desperdicio y emisiones durante la creación de prototipos, producción y uso
• Gestión de inventarios y mejora de la planificación de la demanda para reducir el desperdicio de alimentos, productos y materias primas
• Optimizar rutas y gestión de flotas para empresas minoristas
El desempleo oficial superó el 10% en la región y los trabajadores informales fueron los más afectados, apunta la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esos latinoamericanos son personas reales que viven al día, aunque invisibles a las estadísticas.
Aún si la economía se reactiva en 2021 (alrededor de un 3,7%, si la vacunación avanza), el paro llegaría al 11,2%, haciendo que el empleo y la pobreza tarden más en recuperarse, apunta la OIT, que ve “en diez meses un retroceso de diez años”, en palabras de su director regional, Vinicius Pinheiro.