Al evento de la firma en el Palacio Nacional de México asistieron el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el también mexicano Jesús Seade, subsecretario para América del Norte, la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el asesor de la Casa Blanca y yerno de Trump, Jared […]
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| 11 dic 2019
Al evento de la firma en el Palacio Nacional de México asistieron el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el también mexicano Jesús Seade, subsecretario para América del Norte, la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el asesor de la Casa Blanca y yerno de Trump, Jared Kushner.
La nueva revisión de un pacto comercial de un cuarto de siglo de historia tiene nuevas condiciones que mejorarán el comercio en materia medioambiental, industria automotriz y los derechos de los trabajadores, además de luchar contra la corrupción y mantener bajos los precios de los medicamentos biológicos mediante la eliminación de una disposición de patentes. Existe también un capítulo del acuerdo dedicado a garantizar que las pequeñas y medianas empresas se beneficien del pacto. Con todo, se pretende conseguir la estabilidad económica en la región de Norteamérica.
Lighthizer calificó como “un milagro” que sindicatos, empresas y actores de todo el espectro político se hayan unido para llegar al acuerdo, que considera beneficioso. López Obrador le dio crédito a Trump por trabajar con él, mientras que Freeland celebró una victoria para el multilateralismo. “Hemos logrado esto juntos en un momento en que, en todo el mundo, es cada vez más difícil lograr acuerdos comerciales”, siguió Freeland.
Los negociadores reconocieron que el proceso no ha sido muy fácil. De hecho López Obrador comentó que en alguna ocasión hubo momentos de “desencuentro” y “ruptura” con Donald Trump. Aún así, las tres naciones lograron superar los puntos de desencuentro relacionados con demandas de los sindicatos y congresistas demócratas estadounidenses.
Reacciones
El primero que se ha apuntado el logro de la victoria de la firma ha sido Donald Trump, que fue quien pidió hace dos años y medio abrir la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El presidente estadounidense dijo en su cuenta de Twiter que el TMEC será “el mejor y más importante acuerdo comercial que nunca antes haya logrado EE UU.” Y continuaba escribiendo que “lo más importante es que pondremos fin al peor acuerdo comercial, el NAFTA”.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, explicó que esto se consiguió gracias a que su partido ha trabajado mucho defendiendo los derechos de los trabajadores y mejorando el acuerdo que ahora se ha firmado. “El que nos proponía Trump era profundamente defectuoso”, continuaba Pelosi.
El presidente mexicano López Obrador dijo que el TMEC servirá para mejorar las condiciones sociales de la región ante el tema migratorio a la vez que se atraerá más inversión a Norteamérica. Pero algunos grupos empresariales mexicanos temen que López Obrador y Jesús Seade hayan cedido demasiado. Seade, subsecretario mexicano para América del Norte, dijo que algunos de los cambios fueron razonables pero no necesariamente “buenos para México”.
Obrador garantizó a los legisladores estadounidenses que el salario mínimo en México aumentará al menos un 2% por encima de la inflación cada año y que cederán a la petición de la industria automotriz estadounidense para cumplir con un 70% de contenido norteamericano en la producción de automóviles que será revisada dentro de siete años en los componentes de acero y en 10 años en los de aluminio.
Además, según el congresista demócrata Richard Neal, Mexico ha accedido a permitir a los inspectores estadounidenses a presentarse en fábricas mexicanas para comprobar se cumplan las normas laborales. Era una de las demandas clave de los sindicatos. “Hemos conseguido un acuerdo que puede apoyar con orgullo la clase trabajadora”, declaró Richard Trumka, presidente del sindicato AFL-CIO.
Mientras, la oposición al acuerdo fue relativamente limitada entre los agricultores y ganaderos estadounidenses que deberían beneficiarse en gran medida del acceso libre de aranceles a los países vecinos. Un gran beneficiario sería el asediado productor lechero de EE. UU., que obtendría un nuevo acceso al mercado de Canadá.
El TMEC podría aprobarse antes del 20 de diciembre, una vez que los congresistas de los tres países lo ratifiquen.