La inteligencia artificial se perfila como una de las tendencias predominantes en este y los siguientes años. No hay estudio que no le otorgue este protagonismo en sus páginas. De hecho, para comprender la magnitud de su relevancia, la consultora estadounidense IDC, estima que la inversión global en sistemas de inteligencia cognitiva y artificial superará […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 abr 2020
La inteligencia artificial se perfila como una de las tendencias predominantes en este y los siguientes años. No hay estudio que no le otorgue este protagonismo en sus páginas. De hecho, para comprender la magnitud de su relevancia, la consultora estadounidense IDC, estima que la inversión global en sistemas de inteligencia cognitiva y artificial superará los 77 mil millones de dólares en 2022.
En tiempos de coronavirus, se ha impulsado en una gran cantidad de compañías el teletrabajo, lo que ha trastocado la organización del día a día de muchos trabajadores, alertando en muchos casos de una pérdida de productividad. El vicepresidente de talento EMEA de LinkedIn, Jon Addison, ya habló de la dificultad añadida de continuar con “los negocios habituales” en las circunstancias actuales, si carecen de la infraestructura tecnológica necesaria para trabajar en remoto. Siendo el coronavirus, en este sentido, una “llamada de atención” para acelerar este cambio. En este sentido, las posibilidades de esta tecnología se despliegan para dar respuesta a esta problemática en forma de trabajadores digitales.
Un ejemplo, lo constituye la compañía norteamericana IPsoft, con sede en Nueva York, que ha creado el primer empleado digital del mundo. Su nombre es Amelia y es un asistente virtual que replica el funcionamiento del cerebro humano, es consciente del contexto, detecta las emociones del usuario y toma decisiones en tiempo real, extrayendo los datos de una conversación. Todo esto, le permite desempeñar numerosos puestos de trabajo diferentes.
En general, la IA adoptando la figura de empleados digitales conversacionales puede ayudar a garantizar que las empresas mantengan la eficiencia de su funcionamiento, incluso en situaciones excepcionales como esta.
La colaboración de empleados digitales y humanos para ejecutar procesos y transacciones brinda un alto nivel de continuidad comercial, así como la reducción del riesgo de pérdida de ingresos. Esta fuerza de trabajo híbrida puede recordar a los robots colaborativos (cobots). Un símil, donde la convivencia y colaboración humano-máquina ofrece buenos resultados.
Para muchos trabajadores, iniciar sesión en la VPN corporativa puede suponer un problema técnico. Es por ello que, los sistemas de inteligencia artificial conversacional pueden automatizar el acceso al software y los servicios de los empleados, poniéndolos a disposición de toda la plantilla. Por ejemplo, con los empleados digitales, basados en la nube, las personas ya no necesitan esperar las respuestas de sus compañeros para tomar decisiones en tareas básicas.
Solicitar soporte informático, días libres, consultas o procesar transacciones son algunas de las funciones que pueden desempeñar. Además de ayudar en labores más simples, pueden llevar a cabo procesos comerciales complejos.
En lo que respecta a las operaciones empresariales, permiten mitigar problemas informáticos internos y servicios que podrían obstaculizar las actividades comerciales, como consecuencia de fallas tecnológicas o, en el momento actual, de la pandemia. Como la IA proporciona un seguimiento de los sistemas críticos de una empresa las 24 horas de la semana, en el caso de que se detecte una interrupción de cualquier tipo, puede analizar y abordar automáticamente el problema.
En el contexto de esta crisis provocada por el COVID-19, aquellas compañías que comercializan productos relacionados con contener el virus están sufriendo picos en pedidos y llamadas de atención al cliente. En este sentido, si los centros de atención telefónica tienen que cerrar o reducen su capacidad, los asistentes virtuales conversacionales pueden atender dichas consultas de inventario o procesar órdenes de compra, dando así continuidad al servicio.
En suma, el brote de coronavirus ha obligado a cambiar los esquemas de muchas compañías de la noche a la mañana, por lo que la fuerza de trabajo híbrida -digital y humana- se ha convertido en un elemento importante para continuar funcionando sin mermar la productividad, por cuestiones como el teletrabajo. Además de ser una herramienta útil para permitir que el personal humano que padezca la enfermada pueda recuperarse.