El pasado lunes, el corte de flujo de gas del Nord Stream 1, que comunica Rusia con Alemania, hizo temblar a los mercados y a las perspectivas económicas europeas.
Si algo ha dejado claro la guerra promovida por Putin en Ucrania y las posteriores sanciones de los aliados de la OTAN a Rusia, es la gran dependencia del gas que tenemos en Europa.
Y es que la noticia hizo que los mercados europeos, sin excepción, se vieras abocados a las pérdidas, pues el miedo a un panorama de alta inflación y crisis económica y energética hizo que los inversores abandonaran posiciones y no quisieran exponerse a un riesgo que, como ya muchos han visto estos meses, está en manos de la ex potencia soviética.
El desplome del euro, una de las principales consecuencias
Una de las principales reacciones del mercado fue la caída del euro, que si ya rondaba la paridad con el dólar estadounidense, algo que no veíamos desde hace décadas, hizo que la moneda única del viejo continente se desplomara ya el viernes.
“El impulso bajista del euro se ha extendido esta mañana (el lunes) mientras los mercados energéticos de la eurozona digieren la noticia de la continuación de los flujos restringidos, con el euro cotizando medio punto porcentual por debajo. Al hacerlo, ha roto el rango anterior y ahora se encuentra en un nuevo mínimo de 20 años frente al dólar. Con los inventarios en Europa por encima del 70 % y en aumento, el impacto de la noticia está teniendo un efecto menos profundo sobre el euro en comparación con la caída del 2,4 % que indujo en tres días a mediados de agosto, mientras que las valoraciones y las promesas de política fiscal en Alemania también están ofreciendo un mínimo de apoyo a la moneda”, destaca el informe FX de Monex Europe, para indicar que si el escenario empeora, el EURUSD podría caer hasta 0,95 frente al dólar.
Investing – Cotización EUR/USD de los últimos tres meses
Los trámites por la turbina auguran un invierno frío en Europa: el gas se encarece
El invierno se presenta tan frío que este miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, ha tenido que señalar que la Unión Europea tiene suficientes opciones energéticas como para dejar de depender del gas ruso, además de inicar que buscan intervenir los precios de luz y gas, así como reducir el consumo. Sin embargo, inversores y mercados no se creen una palabra, pues los discursos políticos del canciller alemán Scholz e incluso de Macron, en Francia, ya han señalado que el invierno se presenta frío y que no se puede descartar del todo un racionamiento del suministro si la situación se complica con Rusia.
Por su parte, Vladimir Putin ha culpado a las naciones occidentales del corte del gasoducto y ha dejado claro en sus declaraciones, tal y como han informado desde Bloomberg, que los flujos a Europa podrían reiniciarse tan pronto como se alivien las sanciones a Rusia, lo que le permitiría contar con turbinas. “Dennos turbinas y encenderemos Nord Stream mañana”, mencionaba el mandatario ruso en el Foro Económico del Este en Vladivostok.
Este comentario devuelve la pelota al lado occidental que, tal y como ya aclaró Alemania hace unos días, ya precisó que la turbina que había sido enviada para su reparación ya está lista para volver a Rusia y aliviar el problema de suministro. Moscú ante esto, se ha excusado en que los trámites son un obstáculo, algo que ha hecho que el canciller alemán acuse a Rusia de “chantaje” por los suministros de energía.
A pesar de que Putin niega estas acusaciones y achaca los cortes de forma reiterada a los problemas técnicos, lo cierto es que la empresa estatal Gazprom ha reducido gradualmente los flujos a través de Nord Stream, lo que ha provocado un aumento de los precios del gas y la energía en Europa.
En lo que respecta a las cifras más puras, los precios de referencia europeos del gas natural se situaban este miércoles en -14,40%, y así, se puede ver cómo los futuros de gas natural europeos ahora cotizan por debajo de donde estaban antes de que Rusia cerrara el gaseoducto.
Rusia hace negocio fuera de las fronteras europeas
Pero aunque las sanciones europeas y de los aliados de la OTAN han sido notables en Rusia, lo cierto es que la potencia de commodities, lejos de quedarse sin mercado, está haciendo mercado en el resto del mundo, donde sus aliados son sus mejores compradores.
Un claro ejemplo de ello, tal y como publicaba Bloomberg este miércoles, es que Gazprom ya se ha comprometido a enviar hasta 38.000 millones de metros cúbicos anuales a China a través del ducto Poderde Siberia y otros 10.000 millones de metros cúbicos a través de la ruta del Lejano Oriente. Además, el tercer acuerdo previsto podría sumar otros 50.000 millones de metros cúbicos al año a las entregas.
España no se queda fuera de la problemática
A pesar de que Pedro Sánchez y el Gobierno recalquen que España no tendrá problemas de suministro este invierno debido a que el país no es tan dependiente de las materias primas de Rusia, lo cierto es que el proyecto de gasoducto con Francia a través de los Pirineos, el MidCat, no ha llegado a buen puerto.
Este lunes, Macron retaba a Sánchez y le indicaba que es absolutamente falso que este camino resuelva las carencias de gas en Europa. “Necesitamos más interconexiones eléctricas”, ha dicho el mandatario francés, para añadir: “No estoy convencido de que necesitemos más interconexiones gasísticas, cuyas consecuencias en el medioambiente y en los ecosistemas son más importantes”.
Los elevados costes echan para atrás la continuación de este gasoducto que sí apoyan España y la Alemania de Scholz.
“No se trata de una cuestión bilateral entre un país y su vecino. Se trata de la construcción de la Europa de la energía. Desde ahora mismo hay que reflexionar en la manera de estar seguros de que Europa podrá sobrevivir al invierno 2023-2024 sin gas ruso, porque el retorno a la normalidad tardará más que unos meses”, indicaba en una entrevista hace unos días la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera al diario francés Le Monde.
2022-09-08 06:46:26