En la página web del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades aparecen catalogadas como pequeña y mediana empresa innovadora un total de 3.265 compañías. Una categoría que se otorga a aquellas organizaciones que son capaces de demostrar su carácter innovador a través de su actividad. En comparativa con el número total de pymes, la cifra queda descompensada si se tiene en cuenta que, a nivel nacional, existen más de 1,3 millones de empresas de estas características. Con estos datos, la pregunta es: ¿las pymes de este país son realmente innovadoras? La CEO y fundadora de INNOBOOSTER, Ana Durán, asegura a DIRIGENTES que España es una potencia a seguir en este ámbito.

Su argumento lo avalan lo datos extraídos de 'Horizon2020', un programa de investigación e innovación promovido por la Unión Europea. En concreto, dentro de 'Instrumento Pyme', que se enmarca en el citado programa, España encabeza la lista en número de proyectos aprobados. "Es importante que nos valoremos porque el potencial no es solamente de crecimiento. Somos líderes a seguir encabezando esta lista europea gracias a nuestro espíritu creativo y resiliente", sostiene Durán.

Uno de los ejemplos hay que buscarlo en la firma Wellness TechGroup. Esta firma de telecomunicaciones sevillana fue incluida en la lista de compañías más innovadoras de Europa en los 'Enterprise Europe Network Awards 2018', iniciativa que busca reconocer aquellas ideas que contribuyen al progreso. Esta firma ha desarrollado un proyecto piloto que mide el nivel de basura de cada contenedor y envía la información a los gestores de residuos a través de una tarjeta SIM.

Si bien es cierto que existen muchos factores a la hora de innovar, ya que el entorno desempeña un papel fundamental, la experta pone el foco en las nuevas generaciones de empresarios. Son perfiles que poseen un enfoque más global y una visión más abierta que les permite ir en la búsqueda de ofrecer un producto o servicio mejorado. "Los emprendedores de hoy son cada vez más creativos porque prueban modelos de negocio cada vez más disruptivos", comenta al respecto Durán.

En este contexto, su mensaje es claro para aquellas pequeñas y medianas empresas que buscan mejorar los procesos y la manera de hacer las cosas: "la clave es replantearse absolutamente todo". Desde las tareas que lleva a cabo cada persona, hasta la gama de productos y servicios disponibles. "El consejo que le daría a una empresa para innovar es dejar un espacio de tiempo de manera regular en su día a día para poner el foco en estudiar qué puede cambiar dentro de lo que está haciendo. No solo preguntar el porqué, sino también es imprescindible analizar las alternativas que existen". A partir de ese análisis una organización ya debe saber al menos lo que quiere implantar.

Para una pyme tan importante es tomar decisiones tácticas de manera ágil como contar con un plan viable a largo plazo. De nada sirve centrarse en tan solo un ejercicio, ya que así solamente se están "apagando fuegos". "Si le dedicas una cantidad de tiempo suficiente de manera periódica a pensar sobre la idoneidad de tus decisiones, tanto las estratégicas como las estructurales, te estarás obligando a ti mismo a mejorar cosas", subraya.

Aunque las Administraciones Públicas cuentan con programas de apoyo para las pymes, a juicio de Durán, deberían modificarse algunos aspectos de las mismas. Los dos ámbitos que tienen mayor margen de mejora según ella son: una mayor flexibilidad de las condiciones financieras que exigen algunas entidades, para que estas ayudas vayan destinadas a aquellas que verdaderamente necesitan financiación, así como ejecutar una política de comunicación más intensiva y cercana.

En el momento actual, el gobierno tiene abiertas varias líneas que fueron lanzadas el pasado mes de abril. En concreto, el ejecutivo en funciones aprobó un programa de 455,5 millones de euros enfocado a impulsar el crecimiento y la internacionalización de estas empresas. De manera paralela, también anunció la creación del 'Marco Estratégico en Política Pyme 2030 Pequeña y Mediana Empresa' con el objetivo de mejorar la competitividad de esta parte del tejido empresarial y fomentar la creación de un clima adecuado para que puedan crecer.