Mientras que debate gira en torno al registro de jornada, hay una realidad paralela a ello que se cierne sobre el trabajador autónomo: la dificultad para conciliar la vida personal con la profesional. Según un estudio elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) por los hábitos y costumbres de su jornada […]
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| 21 may 2019
Mientras que debate gira en torno al registro de jornada, hay una realidad paralela a ello que se cierne sobre el trabajador autónomo: la dificultad para conciliar la vida personal con la profesional. Según un estudio elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) por los hábitos y costumbres de su jornada laboral, el 78% de los trabajadores por cuenta propia trabajan nueve o más horas diarias. Esto se traduce en que más del 50% dedica casi la mitad del día a su negocio. “No digo que no concilie, si no que tiene obstáculos para ello”, asevera el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
Los autónomos sin empleados son una de las pocas excepciones que recoge la guía publicada por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social como un colectivo exento de anotar las fechas de inicio y fin del trabajo. Sin embargo, esto no significa que no realicen horas extra demás. La encuesta realizada por ATA arroja que uno de cada cinco emplea tiempo a su actividad profesional todos los días de la semana, por lo que no descansan ni desconectan ni un solo día.
De una muestra realizada a más de 1.300 autónomos, se desprende que solamente un 5% de ellos tienen más de 30 días anuales de vacaciones, al tiempo que un 73% disfrutan de menos de 20 días de asueto al año. “Las vacaciones son un tabú para los autónomos. Desconectan muy poco tiempo”, añade Amor.
El exceso de trabajo para poder sacarlo adelante o la dedicación que exige el propio negocio son los principales problemas que los entrevistados encuentran a la hora de poder conciliar todo lo que les gustaría. De hecho, entre las principales causas que impide hacerse se encuentran no tener un horario fijo (30%), cargas de trabajo (15%), la presión que ejercen los clientes sobre ellos a la hora de pedir resultados o la suma de todas ellas. En cualquier caso, la facilidad para poder compaginar la vida personal y profesional es mayor a medida que incrementa el número de empleados en plantilla.
“Los autónomos también enferman, pero van a trabajar”, añade el vicepresidente de ATA, José Luis Perea, quién ha subrayado que si bien la cifra de autónomos que están de baja es inferior con respecto a los trabajadores por cuenta ajena, su período medio es mucho más largo.
En concreto, el tiempo medio de los autónomos que estuvieron de baja por enfermedad ascendió a 92 días, casi el triple con respecto a un asalariado, que pasa de media unos 39 días. Esto es así porque el porcentaje de accidentes graves y muy graves es mucho más elevado en el caso de los segundos que en los primeros. En este sentido, uno de los principales aspectos que han destacado desde ATA es que las mujeres presentan una “mayor dureza” con respecto a los hombres a la hora de trabajar enfermos.