Eventos como la reciente Cumbre del Clima celebrada en Madrid muestran que la sostenibilidad no solo es un asunto prioritario. Es imprescindible, dado que, por un lado existe la necesidad de adaptarse al entorno y a la demanda de los consumidores, y por otro, supone una ventaja adelantarse a la competencia. En el primer aspecto, […]
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| 18 feb 2020
Eventos como la reciente Cumbre del Clima celebrada en Madrid muestran que la sostenibilidad no solo es un asunto prioritario. Es imprescindible, dado que, por un lado existe la necesidad de adaptarse al entorno y a la demanda de los consumidores, y por otro, supone una ventaja adelantarse a la competencia.
En el primer aspecto, los estudios son unánimes. Uno reciente de IBM concluye que siete de cada diez consumidores están dispuestos a pagar hasta un 35% más por los productos si estos están alineados con sus valores personales. Asimismo, el 57% asegura que cambiaría sus hábitos de compra para reducir su huella ecológica.
De ese modo, la reputación representa una importante razón para cambiar y posicionarse en el mercado, pero también existe una motivación más prosaica. Concretamente, concierne al día a día de la compañía, con procesos que tienen que ver con la contratación.
En ese sentido, la Unión Europea se ha puesto al frente de la Transición Ecológica, y el Gobierno español, por su parte, ha recogido el guante tratando de apoyar las iniciativas sostenibles. En ese contexto, la Fundación Biodiversidad, dependiente de la Vicepresidencia cuarta del Gobierno y del Ministerio para la Transición Ecológica, se ha lanzado a apoyar a las empresas de este ámbito que contraten personas desempleadas. Se trata de una iniciativa dirigida a entidades privadas que realizaron contrataciones entre el 5 de mayo y el 5 de septiembre de 2019.
La convocatoria de ayudas cuenta con un presupuesto total de 2 millones de euros, con cuantías de 2.700 euros por contrato, además de 500 euros adicionales si la persona contratada pertenece a alguno de los colectivos prioritarios que marca el plan. El plazo para solicitar la ayuda concluye el próximo 5 de marzo.
No obstante, además de la sostenibilidad hay que considerar otro aspecto que diferenciará a las empresas que sobrevivan de las que no. Se trata de la necesidad de digitalizarse. Los últimos datos de la Comisión Europea relegan a España a la undécima posición en cuanto a digitalización se refiere.
En todo caso, se trata de una cuestión de la que las pymes están cada vez más concienciadas, según refleja un informe de eAPyme. Una de las razones que apoyan esta tendencia es la mejora de procesos dentro de la empresa. A nivel general, Cepyme calcula que la digitalización de las pymes, que son el 99,8% de las empresas españolas, podría hacer crecer el PIB un 5%.