El ímpetu por innovar y por no quedar atrás es lo que hace avanzar a las empresas. En ese sentido, muchas startups ven la luz porque tienen algo distinto, o porque hacen las cosas de una forma nueva. Con la intención de que ese carácter cale en las estructuras de Telefónica, la compañía de telecomunicaciones […]
PYMESDirigentes Digital
| 19 jul 2018
El ímpetu por innovar y por no quedar atrás es lo que hace avanzar a las empresas. En ese sentido, muchas startups ven la luz porque tienen algo distinto, o porque hacen las cosas de una forma nueva. Con la intención de que ese carácter cale en las estructuras de Telefónica, la compañía de telecomunicaciones colabora con empresas emergentes para convertirse en una entidad “más innovadora y ágil”.
Esos son los adjetivos que utiliza Miguel Arias, director global del programa de innovación abierta de Telefónica (Open Future). Tiene una forma llamativa de describir la relación entre Telefónica y las empresas recién nacidas. “En la casa hablamos de que el elefante tiene que bailar”, el desafío para Telefónica consiste en “bailar con las gacelas, las startups, sin pisarlas” a pesar de tener un gran tamaño.
Ser grande tiene ventajas, pero también inconvenientes, igual que les sucede a las startups. Mientras que las grandes corporaciones son más sólidas, tienen menos flexibilidad para cambiar, mientras que a las startups les sucede lo contrario, la agilidad y la fragilidad son sus atributos principales. En una empresa pequeña todo es incertidumbre, pero es más fácil tomar decisiones, dice Arias. En una grande, en el caso de un “elefante”, su movimiento es “imparable, pero lleva más tiempo”.
El trabajo de Open Future consiste en actuar de nexo entre los “dos mundos para que se entiendan”. Aspiran a crear entre 30 y 50 compañías cada año, especialmente en áreas relacionadas con la inteligencia artificial o el Internet de las Cosas. Para ello cuenta con espacios de innovación en su sede central en Las Tablas, y también en Gran Vía de Madrid, mientras que en el extranjero está presente en Alemania, Argentina, Brasil, Chile, México, Colombia, Reino Unido y Venezuela.
El futuro nunca está asegurado, pero el presente invita a confiar. Unas cien compañías ya trabajan con Telefónica, como socios comerciales o como proveedores de productos. Por ello, Arias cree el ecosistema español ya se encuentra en madurez, lo que puede provocar sinergias que generen “el efecto del halo de innovación”.
Las gacelas de Telefónica
El intercambio entre grandes y pequeños puede favorecer a los dos. Esto es lo que viene demostrando Telefónica al colaborar con diversas empresas con poco tiempo de vida pero innovadoras y con un carácter moderno. Por ejemplo, cuenta con Blueliv, una plataforma de seguridad inteligente contra amenazas cibernéticas, o con 4IQ, que trata de minimizar este tipo de riesgos.
Otras compañías son MyFixpert, una empresa andaluza responsable una red de servicios técnicos para reparar dispositivos o desarrollar software, mientras que Trocafone es una compañía brasileña dedicada a facilitar el comercio online de teléfonos móviles.