El pasado viernes se dio a conocer el dato del empleo en los Estados Unidos, que ha servido para retrasar la llegada del posible tapering que preparaba la Reserva Federal. En agosto sólo se crearon 235.000 nuevos puestos de trabajo, la cifra más baja en siete meses. Esta cifra está muy por debajo de las […]
BolsasEl pasado viernes se dio a conocer el dato del empleo en los Estados Unidos, que ha servido para retrasar la llegada del posible tapering que preparaba la Reserva Federal. En agosto sólo se crearon 235.000 nuevos puestos de trabajo, la cifra más baja en siete meses. Esta cifra está muy por debajo de las expectativas de un aumento de 750.000 puestos de trabajo, después de un mes de julio excelente, que fue revisado al alza hasta superar el millón de puestos de trabajo. Esto deja al mercado laboral con 5,5 millones de puestos de trabajo menos que antes de la pandemia. La tasa de desempleo se redujo al 5,2% y el crecimiento salarial aumentó al 4,3%.
La Fed antepuso la recuperación económica a la retirada de estímulos. Es decir, hasta que la recuperación no sea palpable y total, no llegará el famoso tapering. Cabe recordar que el dato del empleo todavía está dos décimas por encima de la última cifra antes de la llegada de la pandemia. O lo que es lo mismo, la tasa actual es del 5,2% frente al 3,2% del mes de febrero de 2020.
“El informe sobre el empleo en EE.UU. fue mucho más débil de lo que se esperaba, lo que plantea interrogantes sobre la velocidad de la recuperación económica y la disrupción causada por la tercera ola de coronavirus en curso, pero alivia la presión sobre la Reserva Federal para que comience a recortar sus compras de bonos”, asegura Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.
“Los datos de empleo del mes de agosto en Estados Unidos han sorprendido al mercado. Mientras el consenso esperaba un rango entre 400.000 y 1 millón de nuevos puestos, sólo se añadieron 235.000.Esto ha puesto de relieve que el impacto de la variable Delta es mucho mayor de lo descontado, y algunos analistas ya anuncian que la normalización monetaria tendrá que esperar, los tipos de interés permanecer bajos y los diferenciales de crédito ajustados. Esto, de otro lado, sigue siendo positivo para las acciones”, explica Javier Molina, portavoz de eToro en España.
Una visión, la del retraso de la normalización monetaria, que también comparte Chris Iggo CIO Core Investments AXA Investment Managers. “El discurso de Jay Powell en Jackson Hole sugirió que hay que tomar dos decisiones sobre el tapering y la subida de tipos. La decisión sobre el tapering se basa en el progreso hacia los objetivos económicos de la Fed, lo cual es cierto. Esto permite cierta flexibilidad en cuanto al calendario y la escala de la reducción de las compras de activos. Para las subidas de tipos, necesitamos ver el pleno empleo y una clara evidencia de que la inflación se sitúa en el objetivo de la Fed. Estas condiciones están muy lejos. Todavía no puedo ser tan bajista en cuanto a los tipos cuando la senda de expansión del PIB se ha vuelto un poco más volátil”.
Con todo, los expertos coinciden en que la retirada de estímulos podría retrasarse unos meses más – se esperaba que se produjese a finales del presente año -. Además, esta situación también sirve como incentivo de la renta variable, que sigue rompiendo máximos.
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