El coronavirus está generando gran conmoción en el ámbito de la salud y ha desatado muchos temores en el mundo financiero. Pero no es necesario poner a la renta variable en cuarentena. Esta es la perspectiva de Jeroen Blokland, gestor de cartera Multi Activos de Robeco, que considera que sigue habiendo muchos elementos a favor de […]
BolsasEl coronavirus está generando gran conmoción en el ámbito de la salud y ha desatado muchos temores en el mundo financiero. Pero no es necesario poner a la renta variable en cuarentena. Esta es la perspectiva de Jeroen Blokland, gestor de cartera Multi Activos de Robeco, que considera que sigue habiendo muchos elementos a favor de la renta variable, a pesar del brote de este virus letal en China, que se está extendiendo al resto del mundo.
“El inesperado y desafortunado brote de coronavirus está poniendo a prueba la sostenibilidad de la mejoría que venía registrando el crecimiento mundial”, afirma Blokland, gestor sénior del equipo multiactivos de Robeco. Como medida de precaución, el equipo acaba de reducir su exposición a la renta variable.
“El hecho de que la mejora del impulso haya comenzado hace tan poco tiempo hace que sea relativamente vulnerable a cualquier revés. Por otra parte, la considerable incertidumbre que existe en torno a la contención del virus y a su impacto económico hacen necesaria la adopción de una dosis adecuada de prudencia respecto a los activos de riesgo.”
Blokland considera que hay tres motivos para esperar cosas buenas en renta variable. “Primero, si analizamos episodios ‘similares’, la actividad económica perdida durante un brote vírico suele recuperarse con creces una vez contenido”, explica. “Por ejemplo, durante el brote del SARS, el crecimiento de las ventas minoristas en China se redujo brevemente a la mitad, para después protagonizar un sólido restablecimiento, una vez que el virus estuvo bajo control, recuperando la mayor parte de esa bajada.”
“También se vieron afectados otros sectores de la economía, como la construcción, y también se recuperaron cuando la propagación del virus empezó a ralentizarse. Esperamos ver un patrón similar en este caso, y no prevemos una interrupción grave de las cadenas de suministro mundiales.”
“En segundo lugar, la economía mundial venía registrando diversos signos de mejoría antes del brote. Por ejemplo, el índice PMI manufacturero mundial había alcanzado en enero el 50,4, su nivel más alto desde abril de 2019. El índice ISM manufacturero también vuelve a estar por encima de 50, tras lograr en enero una subida mucho mayor de lo esperado.”
Sorpresas positivas
“El índice Citi Global Economic Surprise ha pasado a positivo, elevándose a su nivel más alto en prácticamente dos años. El crecimiento de las exportaciones en las economías muy abiertas, como es el caso de Corea del Sur, ha mejorado sensiblemente, lo que pone de manifiesto la disminución de las presiones derivadas de la guerra comercial entre China y Estados Unidos”
“Y ahora que vamos por la mitad de la temporada de publicaciones de resultados empresariales del cuarto trimestre de 2019 en Estados Unidos, podemos decir que las sorpresas positivas en cuanto a beneficios han sido las más notables de los últimos tres trimestres, y que las cifras de ventas han dado las sorpresas más alentadoras de los últimos cuatro.”
En resumen, es pronto para ser pesimistas sobre las acciones, afirma. “Una prudencia mesurada a resultas del coronavirus está justificada; y obviamente el hecho de que se haya originado en China —con mucho, el principal motor de crecimiento mundial— es un elemento importante”, explica.