Todos los ojos están puestos sobre la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, que se enfrentan a meses complicados debido al alza de la inflación y a la, por ahora, débil recuperación económica tras la pandemia. El mercado, en este momento, espera tres subidas de tipos por parte de la Fed en 2022 y […]
BolsasTodos los ojos están puestos sobre la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, que se enfrentan a meses complicados debido al alza de la inflación y a la, por ahora, débil recuperación económica tras la pandemia. El mercado, en este momento, espera tres subidas de tipos por parte de la Fed en 2022 y una mayor rapidez a la hora de poner fin al programa de compra de activos. Para el BCE, los expertos coinciden en que en 2022 seguirá siendo dovish.
“En este contexto, es probable que la evolución de la inflación en los próximos meses determinará si el BCE podrá mantener esta postura política o si la tendencia real de la inflación no le llevará, al igual que a la Reserva Federal de Estados Unidos, a una nueva reducción más rápida de las compras de activos”, señala Ulrike Kastens, Economist para DWS.
En el caso de la Fed, el programa de flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal de 80.000 millones de dólares en valores del Tesoro y 40.000 millones de dólares en bonos de titulización hipotecaria (MBS) ya se está reduciendo, con 10.000 millones de dólares menos en bonos del Tesoro y 5.000 millones de dólares menos en titulizaciones hipotecarias (o Mortgages Backed Securities (MBS) en inglés) cada mes. Pero, tal y como señaló recientemente Jerome Powell, este proceso de retirada de estímulos podría acelerarse.
“Teniendo en cuenta nuestro temor a que la Reserva Federal actúe con retraso, pensamos que el ritmo de reducción se incrementará en la reunión del 15 de diciembre y finalizará en la reunión de marzo, dando así a la Reserva Federal la flexibilidad que necesita para subir los tipos antes si tuviese que hacer frente a una tasa de desempleo en rápido descenso”, añade Mark Holman, CEO de Twentyfour AM (boutique de Vontobel).
En estos momentos, lo que el mercado espera es que el tapering finalice durante el primer trimestre de 2021, y la primera subida de tipos llegue en septiembre. “La subida de los tipos a corto plazo desde mediados de septiembre, momento a partir del cual ha retrocedido parcialmente, sugiere que es probable que las subidas de tipos de interés en muchas economías avanzadas comiencen en 2022, o incluso antes. Para la Reserva Federal, esto significaría un giro mucho más rápido hacia el endurecimiento de la política monetaria, en comparación con el parón de más de seis años entre el final de la recesión de 2009 y el consiguiente despegue”, según UBS AM.
Ahora bien, tampoco hay que perder de vista la aparición de la variante ómicron o de la evolución de la pandemia, que está llevando a que algunas economías endurezcan las restricciones y que los bancos centrales se vean obligados a seguir manteniendo los estímulos actuales. Del mismo modo, los altos niveles de deuda y déficit también influyen en el endurecimiento de la política monetaria. Por tanto, en 2022 será todavía más complicado poder predecir los movimientos a medio o largo plazo.
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