La emisión de bonos sociales se ha multiplicado por diez en solo dos años convirtiéndose así en uno de los segmentos de mayor crecimiento en la renta fija. Este aumento se debe, principalmente, a lo ocurrido tras la pandemia causada por el Covid-19. Aunque los bonos verdes tienen una trayectoria más larga como clase de […]
La emisión de bonos sociales se ha multiplicado por diez en solo dos años convirtiéndose así en uno de los segmentos de mayor crecimiento en la renta fija. Este aumento se debe, principalmente, a lo ocurrido tras la pandemia causada por el Covid-19.
Aunque los bonos verdes tienen una trayectoria más larga como clase de activos, los bonos sociales son uno de los segmentos de inversiones sostenibles que más rápido están creciendo. Ofrecen oportunidades para construir una cartera bien diversificada y pueden sustituir parte de una asignación de renta fija tradicional sin ningún riesgo crediticio adicional y también comparten las mismas características con sus homólogos más tradicionales en términos de exposición al emisor, calificación, rendimiento y duración.
Los inversores buscan cada vez más alinear sus carteras tanto con sus objetivos financieros como con los objetivos de sostenibilidad reconocidos internacionalmente, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Al mismo tiempo, el enfoque de los inversores de impacto se está desplazando del impacto medioambiental al impacto social. Invertir en bonos sociales puede suponer una contribución positiva a diez de los ODS que son relevantes para abordar los objetivos sociales más urgentes del mundo. Estos ODS van desde la reducción de la pobreza, el hambre y la desigualdad de género hasta el impulso de la educación y el trabajo de alta calidad.
Debido a todo lo mencionado anteriormente: lo atractivo de este nuevo segmento en la renta fija y el interés de los inversores, NN IP ha creado un nuevo fondo específico. Se trata del NN (L) Social Bond, cuyo objetivo es lograr un impacto social positivo junto con una atractiva rentabilidad financiera. Este lanzamiento se produce en un momento en el que las empresas, los gobiernos y las entidades relacionadas con el gobierno están emitiendo cada vez más bonos sociales para financiar proyectos que contribuyen a la sociedad con un impacto neutro o positivo en el medio ambiente. Los ingresos del fondo se destinan a proyectos predefinidos con claros beneficios sociales para una población específica.
Bram Bos, Gestor Principal de Cartera de Bonos Verdes, Sociales y de Impacto, NN Investment Partners asegura que: "estamos encantados de mantener nuestro impulso en la inversión de impacto al tiempo que desempeñamos un papel en la financiación de iniciativas que ayudarán al desarrollo social. La emisión de bonos sociales aumentó en 2020 y 2021, especialmente en la financiación de proyectos sociales que se centran en hacer frente a los efectos a largo plazo de la pandemia. Durante este tiempo, el mercado de bonos sociales se puso al día con otros bonos de impacto y ahora tiene una capitalización de más de 400.000 millones de euros, ofreciendo oportunidades de inversión para una cartera de bonos sociales bien diversificada. En 2022, esperamos una emisión de 250.000 millones de euros".
Por su parte, Isobel Edwards, una de las analistas del fondo, asegura que una de las razones por las que este segmento de renta fija se vuelve interesante para los inversores es porque “el mercado está muy bien diversificado y muestra una buena liquidez y la duración es más o menos igual al índice agregado del euro y un rendimiento más o menos igual en términos de diferenciales de rendimiento. Por lo tanto, realmente no pierdes nada en términos de rendimientos. Es sólo que tu cartera consigue hacer algo de bien social también”.
Como ya se ha mencionado, es un segmento que ofrece una gran variedad de oportunidades, diversificación, liquidez y crecimiento, pero ¿qué es realmente un bono social?
En palabras de Edwards, “un bono social debe tener un uso bastante definido de los ingresos. Así, se sabe que va a ir a la vivienda social o que va a ir al suministro de agua o que va a ir a la educación o que va a ir a las camas del hospital. Tiene que estar dentro de una categoría, idealmente, de los principios del bono social, y tienes que mostrar cómo estás cumpliendo esas categorías. Y lo ideal es que, si se presenta un bono social realmente bueno, se muestre también un valor añadido significativo. Así que, por ejemplo, si eres un gobierno y estás haciendo un bono social de servicios básicos esenciales, vamos a preguntar, pero ¿cuál es el valor añadido allí? ¿Vas a hacer algo más? O si se trata de una empresa como un proveedor de agua, entonces vamos a preguntar, ¿cuál es el valor extra aquí? ¿Qué criterios sociales estás añadiendo? Así que creo que se trata de considerar en primer lugar los proyectos, pero también el contexto de esos proyectos”, explica.