Reino Unido no está viviendo su mejor año ni económico, ni político, ni social. Pero, quizá la noticia más relevante en el plano económico está en la fuerte depreciación de la libra esterlina frente al dólar, que se encuentra en mínimos históricos. Y es que, la moneda británica se ha depreciado un 20% en lo […]
| 28 sep 2022
Reino Unido no está viviendo su mejor año ni económico, ni político, ni social. Pero, quizá la noticia más relevante en el plano económico está en la fuerte depreciación de la libra esterlina frente al dólar, que se encuentra en mínimos históricos. Y es que, la moneda británica se ha depreciado un 20% en lo que va de 2022, frente al 15% del euro. Algo que está haciendo que la inflación sea todavía más dura para los ciudadanos ingleses que ven cae su poder adquisitivo con más fuerza.
Para ponerse en contexto, hay que señalar que el IPC del Reino Unido es del 9,9%, frente al 8,3% de Estados Unidos o del 9,1% de la Eurozona. Al mismo tiempo, el Banco de Inglaterra ha aplicado seis subidas de tipos en 2022, pero parecen no ser suficientes ni contundentes. Así, cuatro de ellas han sido de tan solo 25 p.b. y las otras dos de 50 p.b., cuando el mercado esperaba una mayor dureza, especialmente en la última reunión.
“Si bien los esfuerzos del Banco inicialmente han servido para cortar la hemorragia, creemos que podrían volver a estar bajo presión si los inversionistas continúan mostrando sus perspectivas de inversión negativa en el Reino Unido dentro del espacio entre activos. Si esto ocurriera, los esfuerzos —irregulares— del Banco por calmar los temores de los inversores probablemente serán ignorados, incluso con valoraciones agresivas en los mercados de tipos de interés a corto plazo para la reunión de noviembre”, comentan desde Monex Europe.
Lo cierto es que la libra esterlina venía cayendo durante todo el año, pero de manera más suave. En las últimas dos semanas la caída ha sido del 7%. Por eso, hay que mirar a lo acontecido en los últimos días, que son los que han causado una mayor presión sobre la moneda. Por un parte, el cambio de Primer Ministro ha influido en la caída, ya que Lizz Truss ha anunciado un mini-presupuesto, que parece no haber convencido a los mercados; por otro lado, la reunión del BoE decepcionó a los inversores al ser menos contundente de los esperado; pero, sorprendentemente, la muerte de Isabel II también ha generado un impacto económico en el Reino Unido tanto en costes por el funeral – se estima un gasto de entre 1.200 y 6.000 millones de libras – y la sensación de una menor estabilidad sin la longeva monarca al frente.
La semana pasada el nuevo Ministro de Hacienda del Reino Unido, Kwasi Kwarteng, presentaba un nuevo minipresupuesto cuyo objetivo es dar paso a un periodo de crecimiento más fuerte y dinámico. “La relajación fiscal, inoportuna y de un tamaño inadecuado, hará que aumente la demanda agregada en una economía que ya se está recalentando, lo que obligará al Banco de Inglaterra a endurecer la política monetaria de forma más agresiva. Esto, a su vez, hace que aumente la probabilidad de una recesión”, comenta Jeremy Lawson, chief economist, abrdn Research Institute.
A pesar de que algunas de las medidas anunciadas ya se habían anticipado y eran favorables al crecimiento, hubo más estímulos fiscales de los esperados (en desacuerdo con la política monetaria adoptada por el Banco de Inglaterra) y el mercado también se quedó con algunas dudas sobre cómo funcionará la parte de la ecuación relativa a la financiación.
“Creemos que una buena parte de la reacción negativa podría tener que ver no necesariamente con las medidas específicas que se anunciaron, sino más bien con la falta de claridad en cuanto a cómo se financiarán. Esto podría abordarse en las próximas semanas. No cabe duda de que algunas empresas se verán perjudicadas por el debilitamiento de la moneda y la subida de los tipos de interés, pero es muy importante realizar un cuidadoso análisis ascendente”, explica Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel).
Y es que, este plan de crecimiento del presupuesto de emergencia del Reino Unido del viernes está configurado para regalar alrededor de 30.000 millones de libras en recortes de impuestos, lo que equivale a más del 1% del PIB. Esto implicará la eliminación del aumento del 1,25% de la seguridad social de principios de este año, junto con un retraso en el incremento del impuesto de sociedades de abril de 2023 del 19% al 25%.
Con todo ello sobre la mesa, lo que ahora cabe esperar es una mayor contundencia y respuesta del Banco de Inglaterra, que ya ha asegurado que actuarán de acuerdo con la caída que está viviendo la libra esterlina.
