Los selectores de fondos profesionales han asegurado esperan tener un escenario difícil en 2022, donde habrá que convivir con ciertos riesgos que pueden determinar el devenir del curso económico. Entre los principales, destacan la inflación en máximos de 30 años, el endurecimiento de la política monetaria y una posible reducción de la rentabilidad. Unas conclusiones […]
Los selectores de fondos profesionales han asegurado esperan tener un escenario difícil en 2022, donde habrá que convivir con ciertos riesgos que pueden determinar el devenir del curso económico. Entre los principales, destacan la inflación en máximos de 30 años, el endurecimiento de la política monetaria y una posible reducción de la rentabilidad. Unas conclusiones que se extraen de la encuesta realizada por Natixis Investment Managers a 436 selectores de fondos.
El 50% de los selectores de fondos ha asegurado en la encuesta estar preocupado con las disrupciones en las cadenas de suministro a nivel mundial, ya que están causando problemas de abastecimiento en diversos sectores. Solo hay que mirar la escasez de chips y sus consecuencias en el mercado automovilístico y tecnológico. Compañías como Toyota han tenido que hacer drásticas reducciones de productividad al no contar con estos dispositivos.
Por otro lado, según el análisis, siete de cada diez selectores de fondos a escala mundial consideran los tipos de interés como un riesgo clave para las carteras en 2022, mientras que un 68 % considera a la inflación como un principal riesgo. Las valoraciones también constituyen una de las principales preocupaciones para las carteras, ya que un 84 % de los selectores de fondos estima que los tipos bajos las han distorsionado. En este mismo sentido, el 45% califica como un riesgo a tener en cuenta este año las políticas de reducción de estímulos por parte de los bancos centrales. Tanto la Fed como el BCE reducirán notablemente las compras de activos en este año. En cuanto a la pandemia, el 40% se muestra preocupado con las nuevas cepas que puedan surgir y las medidas que esto pueda ocasionar para tratar de combatir el virus.
Pese al complicado panorama, las hipótesis sobre rentabilidades a largo plazo han aumentado, al pasar del 7,1 % en 2021 al 7,8 % en 2022. Incluso, los selectores podrían tener dificultades para cumplir las desmesuradas expectativas de los clientes, que, según una encuesta independiente, anticipan unas rentabilidades a largo plazo del 14,5%, por encima de la inflación.
En este contexto, los selectores de fondos explican que se están posicionando para efectuar movimientos tácticos, pero no cambios de gran calado en 2022, con vistas a equilibrar el potencial de riesgo/rentabilidad de las carteras.
Con esta incertidumbre sobre la mesa, los selectores de fondos aseguran estar buscando rentabilidad extra en los mercados privados. Los resultados de la encuesta muestran unas asignaciones cada vez mayores a inversiones generadoras de rentas en mercados privados dentro de los sectores de infraestructuras (45 %), deuda privada (35 %) e inmobiliario (30 %).
En cuanto a la renta fija, el 39% de los encuestados asegura que planea reducir sus posiciones en deuda pública ante el comportamiento que puedan tener los bonos ante los cambios en los tipos de interés. Sin embargo, un 50% de los selectores de fondos aseguran que aumentarán su posicionamiento en bonos verdes para hacer sus carteras más verdes.
Por sectores, un 54 % de los selectores de fondos estima que el energético despuntará este año, seguido de cerca por el financiero (51 %) y el de atención sanitaria (47 %). La perspectiva general sobre la tecnología resulta asimismo positiva, ya que un 43 % anticipa que este sector registrará una rentabilidad superior. Aunque existe una cierta preocupación ante un posible cambio de tendencia en las grandes empresas tecnológicas, un 65 % cree que este sector continuará creciendo en 2022.
Sophie del Campo, directora general de Natixis IM Iberia, Latam y US Offshore, asegura que: “La retirada de los estímulos de los bancos centrales y la demanda reprimida de servicios de ocio y viajes en respuesta a Covid-19 están provocando importantes cambios en el mercado, que los selectores de fondos esperan que continúen a lo largo de 2022. En respuesta, las empresas de inversión están buscando asignaciones estratégicas y diversificadas en activos privados, gestión activa y ESG. Precisamente en España esto está en consonancia con un creciente interés que manifiestan los inversores, tanto a nivel particular como institucional, por los activos privados líquidos e ilíquidos. Otras clases de activos de interés para los inversores españoles son las megatendencias de largo plazo, por encima de las volatilidades más inmediatas. Por último, destaca también la atención puesta en las inversiones de impacto que, con el esperado desembolso de los fondos Next Generation de la UE, están generando grandes expectativas sobre los sectores expuestos a la transición sostenible y la digitalización de la economía.”
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