2022 ha sido un año extraordinariamente malo, o así lo creen desde Amundi, la principal gestora de activos europea. Y es que, desde la década de los 70 no se veía un año tan negativo en todas las clases de activos. Capítulo aparte merece la renta fija, que ha sufrido el peor año de su […]
2022 ha sido un año extraordinariamente malo, o así lo creen desde Amundi, la principal gestora de activos europea. Y es que, desde la década de los 70 no se veía un año tan negativo en todas las clases de activos. Capítulo aparte merece la renta fija, que ha sufrido el peor año de su historia. “La diversificación ha funcionado peor en 2022 que en 2008”, y “ha sido el peor año para las carteras 50-50 desde 1974”, han sido los dos titulares más destacados para resumir lo que se ha vivido durante los últimos doce meses. Pero ahora, ya solo queda mirar al futuro.
Tras la valoración del 2022, Amundi ha querido avanzar las perspectivas para el 2023. “Lo que vemos, principalmente, es un escenario de caídas y volatilidades en la primera mitad del año y una recuperación posterior”, señalaba Víctor de la Morena, director de Inversiones de Amundi Iberia. “Hablar de fechas es complicado, pero sí que vemos que puede consolidarse el suelo de mercado y la posterior recuperación”, explicaba el experto.
Amundi le ha asignado un 70% de probabilidades a su escenario base, que consiste en un periodo de estanflación con divergencias crecientes. En 2023 se seguirá observando una desaceleración del crecimiento, especialmente en los mercados desarrollados, con algunas divergencias. “La inflación se ralentizará respecto a los niveles actuales, pero es probable que se mantenga por encima del objetivo del 2% de los bancos centrales”, explicaban.
En este escenario central, los bancos centrales van a jugar un papel protagonista, pues de ellos dependerá lo que pase a lo largo del 2023. Según Amundi, para finales del primer trimestre o principios del segundo debería verse una parada del endurecimiento monetario en la Fed. Esperan que los tipos se vayan, como mucho al 5,25%. Lo mismo creen para el BCE, del que esperan unos tipos de depósito al 2,5%.
Más allá de los bancos centrales, en este escenario base esperan que Europa evite el racionamiento generalizado de gas, ayudada por su reabastecimiento en los últimos meses, la destrucción de demanda y el ahorro de energía. Además, esperan una apertura paulatina de la economía China y un posible alto al fuego en Ucrania en torno a mediados de año. “Lo más complicado será la posterior negociación, pero parece que el próximo año podríamos ver un alto al fuego, aunque nadie sabe con certeza lo que puede pasar”, explicaba de la Morena.
Con un 15% de posibilidades, Amundi también contempla un escenario de recesión global profunda. Lo que aceleraría este escenario sería una posible escalada bélica en Ucrania, una caída de los beneficios empresariales a nivel mundial con un crecimiento inferior al 3%, una recesión en China derivada de las políticas de Covid-0, los bancos centrales sin poder controlar la inflación desatada actual y un posible default de los bonos soberanos de los países emergentes.
Esos son los riesgos mencionados por la gestora francesa que podrían hacer que el escenario base fuera peor de lo esperado y que la economía mundial sufriera un año complicado.
Igual que hay catalizadores negativos, también los hay positivos. De hecho, a este escenario también le asignan un 15% de probabilidades. Aquí el principal catalizador sería la inflación, o mejor dicho la caída de la misma antes de lo esperado. Si los niveles de IPC caen más rápido de lo esperado y los bancos centrales no tienen que seguir endureciendo al nivel actual, el mercado se volverá más optimista. A esto iría unido un crecimiento mayor de lo esperado por parte de China.
Finalmente, y en cuanto a la inversión “vemos muchas oportunidades de cara al 2023. En 2022 ha corregido todo y ha corregido mucho. Ahora estamos viendo niveles muy interesantes en renta fija, especialmente en los bonos de Investment Grade, que con duraciones cortas están ofreciendo oportunidades interesantes. Pero, no solo en renta fija, las oportunidades también llegan a la renta variable, aunque no se vean de manera tan clara por las valoraciones actuales”, apuntaba el director de Inversiones de Amundi Iberia.