La crisis actual está propiciando situaciones a las que nunca antes nos habíamos enfrentado, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también en el económico. Está reescribiendo las reglas de la economía frente a nuestra mirada. A los precios negativos en la cotización del futuro del barril de referencia de petróleo en EE.UU […]
BolsasLa crisis actual está propiciando situaciones a las que nunca antes nos habíamos enfrentado, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también en el económico. Está reescribiendo las reglas de la economía frente a nuestra mirada. A los precios negativos en la cotización del futuro del barril de referencia de petróleo en EE.UU para entrega en mayo en la última jornada (que alcanzó los -40 dólares), ante la necesidad por parte de los inversores que no querían una entrega física de vender el contrato de mayo antes de su vencimiento, se une el varapalo que experimentan este martes los futuros para entrega en junio. Se observa en el del West Texas, pero también en el del Brent. De este modo, los futuros del primero para entrega el mes que viene ceden algo más del 18% a las 13 horas hasta entornos de 16,65 dólares mientras que los del segundo para misma fecha caen más de un 15% hasta niveles de 21,5 dólares por barril.
Productores estadounidenses contra las cuerdas
“Dado que la demanda de petróleo es prácticamente inexistente, este sorprendente desplome del precio del barril se debe casi por completo al miedo sobre los problemas de almacenamiento”, explica Adan Vettese, de eToro. Es cierto que el Brent ( habitualmente transportado en buques petroleros), el barril de referencia en Europa, no tiene los mismos problemas de almacenamiento que el estadounidense, “lo que significa que los productores de petróleo con las mayores exposiciones estadounidenses serán los más afectados”, apunta.
Y esa realidad la constata Gunther Westen, Head of Asset Allocation and Fund Management de ODDO BHF. “Los productores tendrán dificultades y el mercado de alto rendimiento de los EE.UU. es muy vulnerable a ese desarrollo”, apunta.
Sin riesgos de inflación
En el lado positivo, esta situación que se registra en los precios del crudo provocará que “los consumidores están apoyados y los bancos centrales pueden seguir con sus medidas de emergencia por mucho más tiempo sin el más mínimo indicio de inflación”, asegura Westen. Es decir que, como en todo, hay ganadores y perdedores. Aunque Adam Vettese advierte de que la brusca caída del precio del petróleo puede provocar deflación y un “dolor de cabeza que los Gobiernos y los bancos centrales no necesitan en estos momentos”.
En todo caso, los bajos precios del crudo que hemos visto en las últimas semanas se traducen, en general, “en una transferencia de riqueza de Rusia y Arabia Saudita y sus aliados al resto del mundo”, como señala Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM.
Nuevos acuerdos en la OPEP+
Para Michel Salden, gestor de Vontobel AM, “la OPEP ha hecho su trabajo, ahora los mercados de futuros están aplicando una dolorosa corrección en la producción no OPEP”. Por eso cree que, “si no vemos cierres instantáneos de producción en Canadá y los EE.UU., el futuro del WTI de junio puede ver un recorrido similar al del futuro de mayo, llevando a pérdidas masivas para los inversores minoristas en los front contracts y en los ETFs pasivos”. Retrocesos que ya se observan esa jornada.
Pese a todo, a juicio de Galy, “en los próximos días y semanas, veremos una mayor presión para tener otro acuerdo con la OPEP + y reducir la producción global en general, lo que podría involucrar a los estadounidenses de una forma u otra”. De ser así, considera que habrá un gran impacto en los precios del petróleo, por lo que ve “una enorme oportunidad para los gestores de fondos, particularmente en los mercados emergentes”.