González Byass escribe una nueva página en la historia del mundo del vino con el regreso a sus bodegas de un Amontillado de Jerez. El Viña AB Estrella de los Mares, cuyo nombre evoca al astro que guía a los marinos en el mar ha recorrido los mares y océanos del planeta a bordo del […]
Dirigentes Digital
| 17 jun 2021
González Byass escribe una nueva página en la historia del mundo del vino con el regreso a sus bodegas de un Amontillado de Jerez. El Viña AB Estrella de los Mares, cuyo nombre evoca al astro que guía a los marinos en el mar ha recorrido los mares y océanos del planeta a bordo del buque Escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano.
En una travesía que ha conmemorado la primera vuelta al mundo realizada hace 500 años por Magallanes-Elcano, la bodega ha embarcado dos medias botas para hacer un ‘viaje redondo’, una tradición que consistía en enviar botas en largos trayectos para que el mar favoreciera la evolución del vino.
Las dos medias botas de 250 litros han sido instaladas en el 93º crucero de instrucción de guardiamarinas, que partió de Cádiz en agosto de 2020 y con el que se ha conmemorado la primera circunnavegación del mundo realizada por la expedición Magallanes-Elcano hace cinco siglos. En esta aventura, que supuso esa gesta universal de trascendencia, se colocó vino de Jerez por valor de quinientos noventa mil reales, según consta en el libro de bastimentos que se conserva en el Archivo de Indias.
Gracias a la Armada de España, la bodega ha vuelto a enviar un Jerez que ha recorrido el globo, recuperando la costumbre del pasado y logrando una evolución “extraordinaria” del vino. Durante la navegación, factores como la temperatura, la presión y, sobre todo, el vaivén continuo de las olas del mar somete al vino a una intensa microoxigenación que acelera el proceso de oxidación y extracción de los componentes de la madera, influyendo de manera positiva en la crianza y el envejecimiento del vino, lo que mejora su calidad.
El resultado será Viña AB Estrella de los Mares, un vino que, por las circunstancias de la navegación, unidas a la concentración por evaporación de parte del contenido de cada media bota, ha evolucionado de forma “espectacular”. El tiempo y las condiciones medioambientales le han otorgado un color ámbar intenso y han aumentado su complejidad, con una notable influencia de su larga crianza biológica, así como un componente salino muy acentuado por la brisa marina. Es un vino muy exclusivo y escaso con el que González Byass se suma a la conmemoración del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo en vela.
Tras un periplo oceánico que le ha llevado a Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), El Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador), Acapulco (México), Honolulú y Guam (EE.UU.), Cebú y Manila (Filipinas), Tidore, Macasar y Yakarta (Indonesia), Goa (India) y Salalah (Omán), esta joya ha regresado a la bodega y será embotellada por González Byass.
Antaño, los considerados como vinos mareados o de ida y vuelta llegaron a multiplicar por cinco su valor, lo que provocó que muchos bodegueros de la zona enviaran sus vinos en ‘viaje redondo’ para incrementar su precio en el mercado. Con la llegada de los barcos de vapor, esta práctica cayó en el olvido hasta 2018, año en el que González Byass, en colaboración con la Armada española, embarcó dos botas de XC Palo Cortado en el buque Escuela.