La pandemia trajo consigo la generalización del teletrabajo y, esta opción que tantos beneficios ha aportado a las empresas en los últimos meses, ha ido evolucionando hasta llegar a un modelo híbrido en el que se combinan las jornadas en casa con otras en la oficina. Esta alternativa se ha convertido en el día a día de muchos trabajadores. Y, para algunos de ellos, supone una fuente de ventajas al permitirles conciliar su vida personal con la laboral. No obstante, esta parte positiva también se extiende a los empresarios. Según detallan los datos de un estudio realizado por International Workplace Group (IWG), la flexibilidad ofrecida por las empresas repercute en hasta un 20% de la productividad.

Durante la temporada estival, el teletrabajo flexible es especialmente demandado por los empleados al adaptarse a sus necesidades y permitirles seguir desarrollando sus tareas desde otros lugares, consiguiendo así alargar sus vacaciones o desconectar de su ritmo de vida habitual. Por este motivo, los miembros de las plantillas de las compañías cada vez valoran más estos aspectos a la hora de escoger un puesto de trabajo, al igual que lo hacen con otros elementos como, por ejemplo, el salario. 

En este sentido, los espacios de coworking se han erigido como una de las opciones más populares y viables para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado. Estos lugares no solo son un emplazamiento donde ir a trabajar, sino que algunos se ubican en entornos representativos de los enclaves donde se encuentran ubicados con el fin de, además de servir de lugar de trabajo, motivar a la persona a la hora de desarrollar sus tareas.  

Prueba de ello, son las oficinas Spaces Retiro, Spaces Recoletos o Spaces 22 Arroba Mar. Las dos primeras están dirigidas a aquellos trabajadores que prefieran el entorno urbano y se encuentran en la ciudad de Madrid, entre el parque del Retiro y el Paseo del Prado, recién nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y renombrado como el “Paisaje de la Luz”. Esta zona, además, destaca también por contar con monumentos y edificios históricos como el Palacio de Cibeles, el Banco de España y una gran variedad de reconocidas pinacotecas como el Museo Nacional del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Por su parte, aquellas personas para las que el verano sea sinónimo de playa, IWG dispone también de coworkings cerca de la costa donde, igualmente, los trabajadores pueden exprimir al máximo las jornadas intensivas que implantan muchas empresas a lo largo de estos meses. En este sentido, desde la compañía comentan que están experimentando un aumento en el número de usuarios en los espacios próximos al mar, como es el caso del ya mencionado Spaces 22 Arroba Mar de la ciudad condal, cuyo centro se ubica a menos de 50 metros de la Barceloneta. 

Alicante, Valencia y Gijón son otros de los enclaves costeros donde también disponen de otras sedes. No obstante, las de la Costa del Sol son las “más cotizadas no sólo en nuestro país, sino en toda Europa”, explican. Así, comentan que en ciudades como Marbella o Málaga los nómadas digitales aumentan significativamente en esta época buscando el sol, el buen tiempo y el ambiente característico de esta zona del país.