No es ningún secreto que Israel sea un referente en el sector tecnológico. Con una población que roza los nueve millones de habitantes, no cabe duda de que este país ha desarrollado un ‘hub’ de innovación con mucho potencial, hasta el punto de convertirse en una sombra alargada para EEUU. Al margen del conflicto religioso […]
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| 17 abr 2019
No es ningún secreto que Israel sea un referente en el sector tecnológico. Con una población que roza los nueve millones de habitantes, no cabe duda de que este país ha desarrollado un ‘hub’ de innovación con mucho potencial, hasta el punto de convertirse en una sombra alargada para EEUU.
Al margen del conflicto religioso y territorial en el que está envuelto desde hace décadas con su país vecino y que proyecta dos realidades muy diferentes, el factor responsable del impulso que ha tomado en los últimos años su economía proviene, principalmente, del ecosistema emprendedor, con la tecnología por bandera.
Precisamente, un hecho que le hace ser exportador de las mejores startups del mundo. Un informe elaborado por dealroom.com arroja que desde 2013 han vendido empresas por un valor superior a los 80.000 millones de dólares (unos 70.000 millones de euros), cifra con la que supera a EEUU en términos per capita. De no tener en cuenta dicho factor, quedaría relegado a la cuarta posición por detrás de EEUU ( alrededor de 1,5 billones de euros), Reino Unido (unos 163 millones de euros) y Alemania (110 millones de euros).
Entre las adquisiciones más relevantes se encuentra la compra de Waze por parte de Google en 2013, valorada en aproximadamente 1.000 millones de dólares. Ese mismo año, Facebook se hizo con la compañía especializada en el consumo de datos móviles Onavo por unos 120 millones de dólares. Sin embargo, hay que remontarse a 2017 para encontrar una transacción contundente en cuanto a volumen. Se trata de la oferta que lanzó Intel sobre Mobileye por más de 15.000 millones de dólares y convirtiéndose así en la principal operación de estas características que se ha llevado a cabo.
A ello hay que añadir el incremento significativo de las firmas de capital riesgo interesadas por startups israelitas. Solo durante el primer trimestre de año se han contabilizado 76 rondas de financiación por valor de 1.000 millones de euros. Un escenario propiciado por la cantidad que destina Israel a I+D. Según datos del Banco Mundial, la cantidad destinada a esta partida supera el 4% de su PIB, mientras que en España no alcanza el umbral del 2%.