Aunque muchos kilómetros les separan de España, América Latina es el primer mercado que se le viene a la cabeza a una compañía cuando busca ampliar horizontes. La misma lengua (a excepción de Brasil) y unos estrechos vínculos históricos entre ambas regiones le convierten en el punto geográfico por excelencia para la internacionalización. Dentro se […]
PYMESDirigentes Digital
| 21 feb 2020
Aunque muchos kilómetros les separan de España, América Latina es el primer mercado que se le viene a la cabeza a una compañía cuando busca ampliar horizontes. La misma lengua (a excepción de Brasil) y unos estrechos vínculos históricos entre ambas regiones le convierten en el punto geográfico por excelencia para la internacionalización. Dentro se encuentra Perú, un país que ha conseguido seducir al empresario español y, sobre todo, a la pyme.
Se trata de una de las economías más saneadas y que más rápido han avanzado de la región con una gran estabilidad y “rendimiento económico” de todo el continente. En los últimos quince años, esta economía ha registrado un crecimiento de su PIB real anual promedio del 5,4%, lo que la convierte en una de las más dinámicas de la zona, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Y aunque esta cifra se haya reducido hasta el 2,5%, lo cierto es que consigue mantenerse mientras sus vecinos ya han comenzado a retroceder. A ello hay que añadir los esfuerzos que han llevado a cabo en materia de erradicación de la pobreza, que se ha reducido en un 40% en las últimas décadas.
A grandes empresas como Telefónica, Mapfre o Banco Santander le han secundado otras medianas y pequeñas que han visto en el país andino un gran momento para dar el salto. En el momento actual, cerca de 800 compañías nacionales tienen intereses allí. De esta cantidad, el 65% comenzaron a explotar las posibilidades que ofrece esta zona en la época más dura de la crisis económica (2011-2014), cuenta a DIRIGENTES el consejero económico y comercial de la Oficina Comercial de Perú en España, Joan Manuel Barrena.
Conocido por la gran cantidad de recursos naturales que posee –Perú es rico en minerales como cobre, plomo, zinc u oro-, la industria minera es el principal sector con una gran presencia de multinacionales norteamericanas y australianas. “España no tiene grandes corporaciones mineras pero provee de servicios a la minería”, comenta Barrena. Por volumen, otro de los segmentos interesantes es la agricultura con el aguacate como producto por excelencia.
A pesar de ser uno de los países con mayor rendimiento económico de América Latina, su condición de emergente hace patente las carencias en infraestructuras de todo tipo. Precisamente este es uno de los nichos en los que el mercado español puede encontrar su oportunidad de oro. Proinversión, el organismo público encargado promover la inversión privada en Perú, cuenta en el momento actual con un portfolio de 52 proyectos en cartera que se enmarcan dentro del Plan de Construcción 2017-2020. “Somos un país sujeto a desastres naturales que se llevan todo por delante y hay que reconstruir”, subraya Barrena, quien también indice en que en este caso se necesitan constructoras de todo tipo de tamaño.
“Hay compañías españolas que operan en sectores como la telefonía, electricidad, energía, banca, agroalimentario o energías renovables. Y no hablamos solo de grandes, sino que existen un interés creciente de nuestras pymes, que encuentran un país potencial para sus negocios”, señaló la directora general de la Cámara de España, Inmaculada Riera, durante un encuentro empresarial España-Perú celebrado en Madrid el pasado mes de enero. Sin olvidarse tampoco del sector turístico que celebrará su primera feria orientada al mercado de los viajes el próximo mes de mayo.
Junto a su ubicación estratégica y su buena comunicación con España, con una frecuencia de 27 vuelos semanales entre ambos países, Perú puede presumir de contar con una amplia red de acuerdos de libre comercio que posibilitan el acceso a mercados estratégicos para cualquier empresa asentada allí.
En este sentido, Barrera aconseja no confiarse por el simple hecho de hablar en castellano, también hay que conocer los vericuetos legales y las reglas del juego. En cualquier caso, recomienda buscar socios locales y apoyarse en gente que ya conoce el mercado, para concluir que “una empresa española debe ver Perú como una ocasión para extenderse en la región”