El dato adelantado del IPC del mes de mayo (IPCA) que este lunes publicaba el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran que los precios han vuelto a dispararse y que la inflación, lejos de haberse relajado, está animada. Así, el IPC ha vuelto a dispararse un 0,8% hasta el 8,7% interanual después de la moderación […]
El dato adelantado del IPC del mes de mayo (IPCA) que este lunes publicaba el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran que los precios han vuelto a dispararse y que la inflación, lejos de haberse relajado, está animada.
Así, el IPC ha vuelto a dispararse un 0,8% hasta el 8,7% interanual después de la moderación registrada en el mes de abril, cuando cayó al 8,3%. Al mismo tiempo, la inflación subyacente varía un 0,7% y escala al 4,9%, su nivel más elevado desde octubre de 1995 de confirmarse estos datos.
Fuente: INE – Datos del IPC adelantado de mayo de 2022
“Esta evolución es debida, principalmente, a que los precios de los carburantes y los alimentos y bebidas no alcohólicas suben este mes más que en mayo de 2021”, comentan desde el INE y destacan también, aunque en sentido contrario, la disminución de los precios de la electricidad, frente a la subida del año pasado.
Fuente: INE – Datos del IPC adelantado de mayo de 2022
Y aunque ese 8,7% es una cifra inquietante, para Pedro de Pozo director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, "lo más preocupante ha sido el dato de inflación subyacente" ya que "ha salido claramente por encima de las expectativas, superior al 4,5%, lo cual indica un efecto de segunda ronda sobre los precios en España”.
Hay que remarcar que la situación de subida es algo generalizado. Además del llamativo caso de EEUU, ayer también pudimos conocer que los datos de IPC de Alemania también fueron más altos de lo previsto, algo que sin duda presiona al BCE a elevar los tipos de interés.
Ante este clima de altos precios, aquellos mercados de bajo IPC a los que estábamos acostumbrados en occidente parecen haber dado un giro de 360 grados, con nuevas implicaciones para los activos y nuevos sectores ganadores.
“El dato tiene una parte negativa que se está trasladando a los mercados, sobre todo los mercados de renta fija, y no especialmente positivos para la renta variable”, comenta Pedro del Pozo, sobre el Índice de Precios de Consumo (IPCA) de mayo 2022.
Para el experto, estas subidas de precios hubieran podido ser contenidas en origen por parte de los bancos centrales si hubieran subido inmediatamente los tipos de interés, pero matiza que "subir tipos no es inocuo y, en un momento en el que el mundo necesitaba recuperarse en términos de actividad, tal vez habría sido contraproducente poner trabas a esta recuperación".
“En estos momentos, nos encontramos en una situación distinta en la que la normalización monetaria es no ya una necesidad acuciante ante los precios desmedidos, sino una realidad en vías de ejecutarse. La inflación debe controlarse”, indica, pero advierte: "el problema es que subir tipos tendrá efectos negativos sobre el crecimiento. Y, como no sabemos exactamente hasta dónde llegará la inflación ni qué grado de éxito tendrán las políticas restrictivas de los bancos centrales, tampoco podemos determinar con exactitud cuál será el impacto real sobre la actividad económica".
"Si los organismos monetarios consiguen contener la inflación en los próximos meses, sin un castigo excesivo sobre el crecimiento, la base del ciclo económico y, con ello, la evolución de los mercados, no tienen por qué tomar una mala senda”, aclara Del Pozo.
A pesar de que todo este contexto genera desánimos entre los inversores, cabe destacar que el experto señala a posibles ganadores de la situación.
"Los bancos son los que mejor lo van a hacer y también otros sectores como las telecomunicaciones o los que tengan que ver en muy corto plazo con el consumo vacacional y con el ocio, teniendo en cuenta la próxima temporada verano”, augura del Pozo.
Además, comenta en sus análisis que la inversión por dividendos “es una forma muy buena para cubrirse contra la inflación, siempre y cuando el perfil del inversor admita este tipo de inversiones fundamentalmente en renta variable".