La capacidad de cambiar en los momentos más oscuros de una crisis o al comienzo de la recuperación marcará la diferencia en términos de rendimiento a medio y largo plazo. Lo tiene claro Michael Strobaek, CIO global de Credit Suisse, quien habla de cambios entre sectores y regiones y de adaptar el apetito por el riesgo en medio de una situación económica y de mercado cambiante. “Esta crisis ha creado grandes dislocaciones, que para el inversor cuidadoso e inteligente ofrecen enormes oportunidades. Estoy convencido de que hemos visto y estamos viendo algunas de las mayores oportunidades de inversión en una generación”, asegura. ¿Qué decisiones están tomando los gestores?
Movimientos en las carteras
Para los expertos de Tressis, dado que los inversores están pasando por alto riesgos como la tensión entre China y EE.UU., la crisis de Hong Kong o lo relativo al acuerdo comercial que deben firmar Reino Unido y la UE, lo prudente pasa por una reducción del riesgo en las carteras. Como explica su CEO, José Miguel Maté, es la decisión que han tomado ahora tras aumentarlo a principios de abril: rebajar renta variable para, coyunturalmente, quedarse con mayor liquidez y oro, al tiempo que mantienen su convicción por la tecnología, la sostenibilidad y todo lo relacionado con la demografía y la salud, además de creer en la fortaleza del dólar a medio plazo.
Desde Diaphanum, su director de inversiones Miguel Ángel García, recuerda que aprovecharon la importante liquidez con la que contaban en las carteras para incrementar peso en bonos corporativos. Otro de los giros que han dado es reducir peso en activos alternativos, al igual que en bolsa española para sesgar más hacia, por ejemplo, empresas de calidad en EE.UU. Una idea que comparte Salman Baig, gestor de Unigestion. Este experto destaca que aún hay demasiadas incógnitas sobre el ritmo, el alcance y la amplitud de la recuperación económica, por lo que solo se debe asumir riesgo de forma selectiva. “Dicho de otra manera, es el momento del alfa, no de la beta”, apunta. En su opinión, las acciones de crecimiento de calidad son las más adecuadas ahora, ya que deberían tener “un colchón lo suficientemente fuerte tanto para generar beneficio como para afrontar la financiación de la tormenta actual”.
Por su parte, desde Capital Group, su director de inversiones, Andy Budden, llama la atención sobre la oportunidad que suponen las compañías que posibilitan el 5G y que también están posicionadas para aprovechar tendencias de crecimiento secular más amplias con respecto a la disrupción digital. Se trata, eso sí, de un segmento que hay que abordar con cautela. “La capacidad de invertir de forma flexible en diferentes temas y garantizar que el tema de inversión evolucione con el tiempo, del mismo modo que la oportunidad de inversión, puede que sea un enfoque más sólido para explotar esta apasionante tendencia”, asegura.
Sin olvidar la cautela
Desde Fidelilty, su CIO global, Andrew McCaffery, aboga por mantener la cautela “a tenor del aumento del riesgo de reversión a la media, ya que los mercados han llegado demasiado lejos y han superado las previsiones de beneficios de 2020/2021”. Así las cosas, cree que “ha llegado la hora de asegurarse de que las carteras están verdaderamente diversificadas y pueden ofrecer una mayor protección cuando la volatilidad golpee de nuevo”.
Para los inversores más defensivos, desde la gestora recuerdan que “si los tipos reales siguen siendo negativos, el oro podría ser un diversificador útil, aunque invertir en monedas como el yen podría ayudar a mitigar los riesgos de la renta variable y los bonos”. En todo caso, dado que “podríamos entrar en un periodo con mayores dificultades para conseguir rentabilidades y rentas”, estiman que dar un mayor peso en una cartera mixta a las inversiones alternativas si se puede soportar la iliquidez, podría no ser mala idea. Junto a ello, en Fidelity International también mencionan que los inversores con una visión más alcista sobre la forma de la recuperación “podrían considerar apuestas a más corto plazo, por ejemplo en el sector energético, donde la demanda podría subir desde unos niveles muy bajos y coincidir con un recorte de la oferta. El consumo chino también podría generar oportunidades, ya que su economía fue la primera en caer en la crisis y será la primera en salir, y las acciones infravaloradas podrían destacar durante las primeras fases de una recuperación mundial”.
Sin duda las acciones infravaloradas se han comportado peor que las de crecimiento desde hace años, también en este 2020. Sin embargo, si los inversores comienzan a pensar en un cambio de ciclo y estiman que la solvencia de muchas de las empresas de este perfil está garantizada, comenzarán a buscar acciones infravaloradas. Algo así, según Fidelity, “otorgaría al sesgo de infravaloración el potencial para conseguir mejores rentabilidades ajustadas al riesgo en el futuro”. Una idea que defiende John Tidd Kimball, asesor de HAMCO Global Value Fund. Cree que la crisis actual ha dejado al descubierto buenas oportunidades value. “Seguimos convencidos de que comprar empresas sólidas a buenos precios, sigue siendo lo racionalmente correcto”, asegura.
2020-06-03 03:24:32