Que exista un día internacional para una enfermedad como es el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión evidencia el alto porcentaje de la población mundial que la sufre. La depresión no solo perjudica la salud mental de quien la padece sino también a todo y a todos lo que le rodean, incluido el ambiente laboral. No obstante, a día de hoy y a pesar de los elevados índices existentes, 7 de cada 10 dirigentes confirma no llevar a cabo prevención alguna para luchar contra esta dolencia en sus equipos.

Así lo expone el análisis publicado por LHH Excutive, Directivo en España (y II): líderes ante la igualdad de género, la sostenibilidad y la salud mental en la empresa española. La actualidad domina y, lo que no hace tanto tiempo se consideraba un tema tabú, hoy día genera unas pérdidas empresariales frente a las que muchos dirigentes ya han comenzado a reaccionar.

Transformar el modelo de negocio no solo consiste en la digitalización. Existen otros desafíos a los que el dirigente no puede dar de lado, entendiendo que, de ser así, afecta gravemente al bienestar y consecuente productividad y eficiencia de sus trabajadores.

Fe de ello dio la pandemia, momento en el que quedó patente el cansancio psicológico que reina en ciertos entornos laborales y, la concienciación por el síndrome del “trabajador quemado” o el burnout cada vez parece estar más presente en la empresa.

A pesar de que más de la mitad de los managers encuestados en el informe, un 55,94%, aseguran estar preocupados por la salud mental de su equipo, un 67,64% declara que no llevan a cabo iniciativas para prevenir la depresión de ellos. Del 32,36% que afirma tomar cartas en el asunto, indican que entre las medidas tomadas para luchar contra este mal en su empresa se encuentra:

• Apoyar y formar a las personas para evitar el estrés u otro tipo de malestar psicosocial.

• Facilitar ayuda psicológica al equipo.

• Fomentar la participación en talleres o actividades impulsadas por la propia empresa.

Sin embargo, un 51,94% de los propios líderes aseguran que gozan de una buena salud mental. Ello, teniendo en cuenta que, exceptuando el 8,53% de dirigentes que expresa abiertamente no contar con ella, existe un 36,43% que afirman tener altibajos, coincidiendo en muchos casos con las fechas de más trabajo que se resume en mayor estrés y ansiedad.

De ellos, son los de mayor edad y generalmente los que lideran grandes compañías relacionadas con la industria técnica y de comercio, los que están por encima del resto en cuanto a una salud mental estable.

Por otro lado, el estudio afirma que son las mujeres dirigentes las más preocupadas por el bienestar psicológico de sus empleados. Un target que suele encontrarse también en el sector industrial generalmente, gestionando un equipo de entre 10-49 personas o grandes compañías de entre 250 a 1.000 trabajadores.