Este martes se inauguró en Madrid el World Business Forum, organizado por WOBI (World for Business Ideas), con el objeto de pasar revista a la situación general del globo y dar a conocer las últimas tendencias del mundo económico y de los negocios. “El foro de los líderes”, como se anunciaba el evento, arrancó en […]
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| 23 nov 2022
Este martes se inauguró en Madrid el World Business Forum, organizado por WOBI (World for Business Ideas), con el objeto de pasar revista a la situación general del globo y dar a conocer las últimas tendencias del mundo económico y de los negocios. “El foro de los líderes”, como se anunciaba el evento, arrancó en Ifema acogiendo una ponencia de José Manuel Durão Barroso (presidente de Goldman Sachs International, expresidente de Portugal y expresidente de la Comisión Europea) en torno al “futuro de Europa”.
El abogado, empresario y político empezó recordando aquellos días de 2014 en los que “recibíamos noticias de que Rusia había invadido Ucrania”. Él mismo llamó a Putin, quien le aseguró que sería capaz de tomar Kiev en solo dos semanas: “Ahora, en 2022, vemos cuál es la realidad. El mundo no es el mismo de 2014 ni es el mismo del pasado febrero. Rusia está más fuerte después de lo que ocurrió en Siria, después de haber desarrollado nuevo armamento y tener un mayor control sobre la sociedad, tanto que es ya un estado autocrático. Por esa razón, Putin pensó que en 2022 iba a ser capaz de lograr lo que no logró en 2014: tomar Kiev en dos semanas”.
A la vista está cuán garrafal fue el error del presidente ruso: “No esperaba una reacción tan firme de Ucrania ni de Europa”. Aún así, reconoce, ambas partes están sufriendo las consecuencias de esta guerra europea: “La economía rusa ha sido duramente golpeada, tanto que puede decirse que, económicamente, es un Estado fallido. Pero también Europa lo está, sobre todo en términos de energía”. A primera vista, continuó, parece que quien sale ganando de esto es China, pero también los asiáticos “prefieren tener los mercados occidentales abiertos, y no les conviene para nada esta atmósfera de riesgo. Esta guerra ha cambiado el tablero en el que estaba jugando China”.
Para Barroso, lo más probable es que el conflicto “se alargue al menos hasta la próxima primavera. En el corto plazo no hay posibilidad para un acuerdo entre ambas partes. Putin no va a aceptar una clara derrota y tampoco Ucrania va a ceder una parte de su territorio, por lo que es difícil alcanzar un acuerdo diplomático que pueda ser estable”.
Al dirigente europeo toda esta situación, que está tambaleando los pilares de la Unión Europea, le recuerda “a la crisis financiera de 2008. Entonces, mucha gente pensaba que Grecia se iba a ir de la UE, pero ahí sigue. Mucha gente pensaba que Europa iba a colapsar, pero sigue siendo fuerte. La fortaleza de Europa es mucho mayor de lo que la gente se piensa”. Y la prueba, prosiguió, está en lo que ocurrió durante la pandemia: “La Comisión le plantó cara con planes económicos y con un programa de vacunación colectiva. Mejor apoyarse entre países que estar compitiendo”.
Eso no significa, matizó Barroso, que la Unión Europea no necesita afrontar reformas y grandes proyectos para hacer frente a los retos del mundo contemporáneo. Una de esas asignaturas pendientes es la creación de un ejército europeo “para reforzar nuestra soberanía”. La otra es disponer de un plan completo para hacer frente a la amenaza del cambio climático, que ha de pasar por “un paquete de medidas financieras” en el que se involucren todos los estados miembros.
Terminó su intervención en un tono ligeramente sombrío, advirtiendo que la guerra de Ucrania tendrá “consecuencias sistémicas que apuntan a la desarticulación de la economía global. Vamos hacia alguna forma de desglobalización, algo que ya vimos con ese nacionalismo de las vacunas en el cual cada bloque, ya fuera China, América o Europa, miraba por lo suyo”.
Esta desglobalización es “una globalización con más fricciones, en un mundo más fragmentado, más polarizado, más impredecible, con las cadenas de suministro más inciertas. Un mundo más caro, pues la inflación es posiblemente la mayor amenaza para la economía europea y mundial”.
Barroso piensa que debemos prepararnos “para un mundo con dos sistemas: China, muy cerca de Rusia, por un lado; y Europa y Occidente por el otro. No es algo que haya que celebrar. Mi deseo es que sigamos teniendo un mundo abierto. Creo que el comercio libre genera crecimiento, y creo que necesitamos cooperación para combatir el cambio climático, las pandemias y otras amenazas que se presentan en el futuro”.