Energía eólica “made in Spain”

Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, las renovables cubren actualmente ya el 26% de la electricidad mundial y llegarán al 30% para 2024. Lo que más crece en este sector es la energía solar. En el mundo eólico todavía pesa el impacto negativo a nivel de ruidos, suma el peligro de las alas para las aves y también el destrozo de los paisajes por los altos molinos, pero también el coste de inversión en relación con la eficiencia energética. En Alemania crece la resistencia contra este tipo de energía renovable mientras que las inversiones se han estancado. Una encuesta del lobby alemán Bundesverband der Windenergie ha relevado que solamente un 55% de la población están en favor que se instale un parque eólico en su entorno. Cada vez hay más protestas y asociaciones en contra. Pero hasta 2020 las renovables deberían cubrir hasta el 40% de la necesidad energética, lo que solamente es alcanzable con energía eólica. Sin embargo, el precio de un molino eólico industrial de una potencia de unos 2MW es de alrededor de 2 millones de euros. Por el momento lo más barato sin duda es la fotovoltaica.

La empresa española Vortex Bladeless, que ha sido ya premiado varias veces por el gobierno de España y también por la Unión Europea, quiere contribuir a que también la eólica siga creciendo con fuerza y sin prejuicios dentro del porfolio de energías limpias. Por ello la empresa ha desarrollado ya hace unos años un prototipo de un aerogenerador sin palas para reducir el impacto medio ambiental. “Ahora estamos en una fase de pruebas, pero esperamos de tener lo pronto en el mercado. Pensábamos sobre todo en una fuente de energía que funcionara muy bien en combinación con la solar”, dice el co-fundador de Vortex Bladeless, David Yánez. Alemania es uno de los mercados en el que más se concentrarán, por la alta densidad de autoconsumo que hay en este país: “En principio nuestros molinos por su tamaño y coste serán muy bien para hogares y empresas”. Con la intención de incrementar su presencia en Alemania y alcanzar acuerdos que favorezcan la industrialización y comercialización de sus primeros productos, Vortex lanzará una campaña de Beta Testing que “permitirá a potenciales clientes acceder a las primeras turbinas sin palas del mundo”, dice Yánez.

La inspiración innovativa de youtube

La idea de Yánez está inspirada en el derrumbamiento del Puente del Tacoma Narrows en EEUU, el cual lo vio en Youtube: “Pensé que esto es una fuente de energía. El puente es un conjunto de dos puentes colgantes paralelos de unos 1800 metros de longitud cada uno. Mi idea se basa en la producción de energía a través de la vorticidad, un fenómeno aéroeslástico que se produce cuando en un fluido se interpone una estructura sólida, generando tras de sí una secuencia coordinada de vórtices que provocan unas fuerzas.” Así un vídeo de Youtube ha dado luz a un molino sin palas. Algunos de los objetivos de la tecnología Vortex salvo la reducción del impacto ambiental son la optimización de la densidad energética instalada, mejor respuesta a cambios de viento, mejor retorno de la inversión y una vida útil similar a la energía eólica convencional.

Todavía falta sacar el producto al mercado, pero Vortex Bladeless ya tiene sus inversores fieles y mantiene según Yánez conversaciones constantes con importantes actores del sector: “Grandes fabricantes y fondos de inversión”. La fecha estimada de lanzamiento es el 2021 para Europa. Gracias a la cofinanciación del proyecto a través del programa Horizon 2020 SME europeo, Vortex Bladeless ha conseguido dar un significativo paso adelante en el desarrollo de esta tecnología junto a otras entidades de primer nivel que completan las capacidades técnicas de su equipo. Como las salidas a bolsa ya no son tan fáciles ya para startups la financiación de la UE es una fuente muy importante para poder desarrollar y aguantar el proceso de innovación en ciencias. “Sin las diferentes convocatorias públicas, sobre todo a nivel europeo, nuestra empresa no podría existir”, admite Yánez con mucha gratitud: “Para el mundo científico la UE es una maravilla”.