“Compartimos una misma filosofía de política (con China)”, “queremos promover los vínculos financieros y comerciales (con Rusia)”, “estoy empecinado en dejar esa dependencia tan grande con el FMI y EEUU”. Todas estas frases son del presidente de Argentina, Alberto Fernández. Las pronunció, prácticamente todas juntas, al regresar del viaje que hizo la primera semana de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 21 feb 2022
“Compartimos una misma filosofía de política (con China)”, “queremos promover los vínculos financieros y comerciales (con Rusia)”, “estoy empecinado en dejar esa dependencia tan grande con el FMI y EEUU”. Todas estas frases son del presidente de Argentina, Alberto Fernández.
Las pronunció, prácticamente todas juntas, al regresar del viaje que hizo la primera semana de febrero a Beijing y Moscú en busca de respaldo a las negociaciones que Argentina mantiene con el FMI en torno a su deuda externa y los vencimientos para este año.
La seda
Pero, ¿qué acordó concretamente Fernández? “Putin y Xi Jinping le plantearon al presidente el beneplácito de Rusia y China por la forma en que se está avanzando en el acuerdo con el FMI”, le dijo a la prensa Gabriela Cerruti, portavoz de Fernández.
Al hablar de China, Cerrutti mencionó como principal logro el ingreso de Argentina a la Ruta de la Seda, “que implica desembolsos de China por 9.700 millones de dólares” y recordó “acuerdos por 13.700 millones de dólares de firmas chinas” para minería, litio, automóviles eléctricos y tecnología, según reseña la Casa Rosada en su portal oficial.
Respecto de Rusia, la cooperación referida tiene que ver “con acuerdos que la Argentina quiere llevar adelante sobre temas económicos, transferencia de tecnología, desarrollo de la ciencia e importantes inversiones”, dijo la comunicadora, sin mayores precisiones.
Pobreza acelerada
Lo que el Gobierno argentino llama “acuerdo con el FMI” es lo que Kristalina Georgieva llamó “un principio de entendimiento” para la liquidación de un crédito de 44.000 millones de dólares que el organismo otorgó a la anterior administración argentina, la del expresidente, hoy líder de la oposición, Mauricio Macri.
El mandatario actual -que va por su tercer año de gestión sin un plan económico, de lo que se ha jactado en diversas ocasiones- enfrenta una pauperización acelerada por la pandemia que ya alcanza a cerca de la mitad de la población (Argentina es donde más se incrementó la pobreza, ha indicado la ONU en enero).
“La ‘recuperación’ económica de 2021, que causó cierta euforia en algunos países, no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, quien llamó a mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022.
Cuenta regresiva
En ese contexto, Alberto Fernández y su ministro de Hacienda, Martín Guzmán, se reunieron este fin de semana para ajustar los últimos detalles del proyecto de acuerdo con el FMI que enviarán al Congreso para su tratamiento en esta última semana de febrero.
Según trascendió de fuentes próximas a la elaboración de la propuesta, Guzmán pedirá al FMI una financiación extra de 4.000 millones de dólares para formar reservas internacionales en el Banco Central (actualmente en negativo de alrededor de 2.000 millones, según cálculos independientes con base en documentos oficiales).
El 22 de marzo vencen 2.800 millones de dólares y Guzmán utilizaría el nuevo crédito (a través de Derechos Especiales de Giro) para liquidarlo, aunque primero debe obtener la aprobación del Congreso, donde perdió mayoría en la más reciente elección (2021).