Si existe un servicio mal valorado entre los consumidores españoles, ese es la electricidad. En el último panel de Hogares que elabora la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) correspondiente al cuatro trimestre de 2018, el suministro eléctrico volvió a generar insatisfacción entre los usuarios. De hecho, casi un 20% manifestó no estar nada contento con dicho servicio. No es casual que en este contexto la cantidad de comercializadoras independientes haya ido en aumento de un tiempo a esta parte, hasta representar el 11% de la cuota total de mercado. Con el fin de analizar este fenómeno, DIRIGENTES se ha puesto en contacto con una de las compañías dedicadas a ello: Podo.

Detrás de esta firma se esconden nombres como Eugenio Galdón y Joaquín Coronado -también creadores de ONO- que decidieron lanzarse de nuevo a la aventura del emprendimiento con un objetivo muy claro: "cambiar la percepción y calidad del servicio" eléctrico desde una perspectiva acorde con el siglo XXI. Y esto pasaba por aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología para innovar dentro de este sector.

Con la digitalización por bandera, en tan solo tres años esta compañía ha logrado seducir a más de 40.000 consumidores y sus previsiones son tan halagüeñas que esperan doblar esta cifra a finales de este ejercicio. Para ello, uno de sus puntos diferenciales pasa por calcular, a través de un algoritmo que usa inteligencia artificial, el consumo de luz de un hogar durante un año con una tasa de acierto del 99,5%, según sus estimaciones. La idea consiste en ofrecer un servicio ajustado a los hábitos de consumo de cada consumidor, así como acabar con uno de sus principales quebraderos de cabeza: hacer más entendible la factura de la luz.

Esta compañía, considerada el 'Uber de la electricidad' por la manera tan disruptiva de entender el mercado eléctrico, permite consultar en todo momento el consumo realizado, así como la posibilidad de poner alertas y dividir la factura. Esta última pensión está pensada para autónomos o personas que comparten piso y de la que se encarga un pequeño equipo integrado por 20 personas y liderado por su director general, Jorge Capilla.

Dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional a la consultoría, Capilla es un firme defensor de la proliferación de este tipo de compañías con una naturaleza enteramente digital. "Es indiscutible que el crecimiento de las independientes ha dejado de ser una tendencia creciente para convertirse en una realidad consolidada", subraya. En España existen más de 29 millones de puntos de suministro de los que 18 millones se encuentran en el mercado libre. De esta cantidad, las comercializadoras independientes dan servicio a casi dos millones, por lo que aún les queda margen para crecer.

En esta línea, uno de sus últimas iniciativas es 'plana solar', un proyecto con el que se comprometen a fomentar las energías limpias. Por cada 5.000 clientes que contraten esta tarifa, Podo adquirirá la producción de una planta fotovoltaica de 10 megavatios de nueva construcción.

La adquisición del 25% por parte de la gasista GALP en marzo de 2018 abrió la ventana del gas natural a Podo, ya que hasta esa fecha solamente comercializaban electricidad. "Ofrecer un producto combinado de electricidad y gas era un paso natural en nuestro plan de negocio", subraya Capilla. Dicho acuerdo también les va a permitir tener un aprovisionamiento de gas a largo plazo. "La comercialización de la electricidad y gas ofrece oportunidades nunca vistas", concluye.