El auge de los ETFs o fondos cotizados es imparable y las previsiones apuntan a que el mercado europeo de estos productos puede doblar su tamaño en los próximos años, para ir reduciendo brecha con respecto al estadounidense. En nuestro país crecen los fondos que invierten en ETFs como activo subyacente, los robo advisors ofrecen […]
El auge de los ETFs o fondos cotizados es imparable y las previsiones apuntan a que el mercado europeo de estos productos puede doblar su tamaño en los próximos años, para ir reduciendo brecha con respecto al estadounidense. En nuestro país crecen los fondos que invierten en ETFs como activo subyacente, los robo advisors ofrecen acceso desde hace años a carteras de ETFs de bajo coste y algunas entidades bancarias también se han subido al carro con propuestas concretas, caso de Smart Money (Caixabank), Popcoin (Bankinter) o Naranja + de ING.
Dicho esto, qué diferencia a los ETFs sintéticos de los físicos y cuáles pueden resultar más convenientes?
Un ETF puede conseguir su objetivo de replicar la rentabilidad de su índice de referencia de forma física (posee el total o una muestra de los valores de ese índice) o sintética (cuando realiza una operación de swap de retorno total con contrapartida con, por ejemplo, un banco de inversión, que se compromete a abonar la rentabilidad del índice).
Según explica Lorenzo Ippoliti, CIO (Chief Investment Officer) de inbestMe, “una de las ventajas de los ETFs sintéticos es que, en general, tienen unos costes totales (TER) inferiores. Además, los ETFs sintéticos son muy eficientes al replicar índices, lo que significa que el error de seguimiento es muy bajo”. Junto a ello, añade un punto a favor más: el hecho de que “puede haber consideraciones fiscales que hagan que los ETF sintéticos sean más convenientes debido al tratamiento de los dividendos extranjeros”.
Sin embargo, recuerda que el emisor del ETF consigue la replicación sintética al firmar un contrato de derivados (generalmente un swap) con otra parte, léase el mencionado banco de inversión, “lo que significa que los ETFs sintéticos tienen cierto riesgo de contraparte, ya que la contraparte del swap podría no poder cumplir con sus obligaciones”.
Existen, eso sí, determinadas protecciones para este riesgo, como recuerda Ippoliti. “Para protegerse contra este riesgo, los ETF sintéticos están ‘garantizados’ y las normas sobre OICVM establecen que un fondo no puede tener más del 10% de exposición a una única contraparte”, explica. Además, se trata de un riesgo que Rodrigo García, analista de XTB, considera ínfimo.
En inbestMe, en general, prefieren los ETF físicos por encima de los sintéticos pero comparten que el riesgo de contratarte de estos últimos no es demasiado alto, por lo que también los consideran. De hecho, Lorenzo Ippoliti recuerda cuáles son sus pautas a la hora de elegir los ETFs. “Seleccionamos los mejores para cada clase de activo teniendo en cuenta su volumen, TER, tracking error… entre las mejores gestoras del mundo, como pueden ser iShares Blackrock, Vanguard, Amundi, SPDR, xTrackers, Lyxor, Schwab, etc).
Para Rodrigo García, más allá de tener claras las diferencias, considera que “no son mejores unos ni otros” y asegura que trabajan con paquetes de fondos cotizados de ambos tipos procedentes de los distintos creadores de ETFs. “Los clientes no nos demandan más unos que otros ni es un detalle que nos pregunten”, pero sí cree que es posible que “se terminen por demandar más los sintéticos, por la única razón de que son un pelín más baratos”.
En Invesco, su responsable para Iberia, LatAm & US Offshore, Laure Peyranne, asegura que en la gestora “somos agnósticos con el modelo de replicación” pero sí que promueven “el modelo sintético cuando realmente aporta valor para determinados mercados, frente a sus equivalentes físicos”. Como ejemplo de ello, ponen sobre la mesa datos que señalan que “los ETFs de réplica sintética de la gestora sobre los índices S&P 500, MSCI USA y MSCI World UCITS han superado la rentabilidad media de los ETFs de los competidores que usan replica física por 0,24%, 0,31% y 0,12% respectivamente durante los últimos 12 meses”, en datos a finales de agosto. Porcentajes que también son favorables si se observa la rentabilidad registrada en los últimos tres años: del 0,71%, 0,64% y 0,18%”.
Pese a subrayar estos datos, Gary Buxton, responsable de EMEA ETFs e Indexed Strategies en Invesco, aclara que “no estamos sugiriendo que un determinado modelo de replicación sea el mejor en todos los mercados, sino que destacamos las ventajas de uno de ellos y siempre con un control de riesgos. Es por eso que nuestra gama de productos se compone de ETFs físicos y sintéticos. Se trata de ofrecer las mejores opciones en cada situación”.