Si bien las nuevas tecnologías han revolucionado varios sectores, entre ellos el del lujo, lo cierto es que este debería a su vez salir bien parado en plena recuperación post-covid como la que nos encontramos. Y es que parece que la mejora de la situación económica, el empleo y el gran ahorro concentrado en las […]
Si bien las nuevas tecnologías han revolucionado varios sectores, entre ellos el del lujo, lo cierto es que este debería a su vez salir bien parado en plena recuperación post-covid como la que nos encontramos.
Y es que parece que la mejora de la situación económica, el empleo y el gran ahorro concentrado en las familias de los países desarrollados podrían desembocar en el consumo de productos de lujo, muy marcados por su calidad e imagen de marca.
“Por ejemplo, cuando Hermès reabrió su tienda de Guangzhou en China en abril del año pasado, después de meses de cierre, las ventas del primer día alcanzaron un récord de 2,7 millones de dólares”, ejemplifican desde la gestora y añaden: “En abril de este año, Hermès ha logrado un crecimiento superior al del sector, con un aumento de los ingresos orgánicos del 33% en comparación con el primer trimestre de 2019”.
“Estas marcas reconocidas en todo el mundo operan en distintas regiones y están posicionadas para beneficiarse potencialmente de los cambios en los patrones de comercio mundial, en particular los que estamos empezando a ver a medida que las economías se abren después de los bloqueos inducidos por la COVID. Entre ellos se encuentran el aumento de los viajes de negocios y de placer, el cambio hacia las ventas digitales y las tendencias de los consumidores hacia productos y experiencias de mayor calidad (premiumización). A más largo plazo, estas empresas también podrían obtener importantes beneficios del creciente poder adquisitivo de los países con mercados emergentes a medida que sus clases medias se expanden”, auguran desde Capital Group.
Por su parte, “LVMH publicaba unas ventas récord en el primer trimestre de 2021, los ingresos crecieron un 8%. Las ventas de su mayor y más rentable unidad de negocio, la moda y la marroquinería, se incrementaron un 37% frente al primer trimestre de 2019. Esto muestra que el negocio no ha perdido un año de crecimiento, sino que ha entregado el equivalente a dos años fuertes consecutivos en medio de condiciones muy difíciles. Sin embargo, el crecimiento en su negocio de venta minorista selectiva, que incluye Sephora y DFS, se redujo en un 30%, impactado por las restricciones a los viajes internacionales. Estados Unidos y Asia disfrutaron de un fuerte crecimiento, mientras que Europa sigue afectada por la crisis con el cierre de tiendas y la suspensión del turismo”, consideran los entendido.
Debemos tener en cuenta que a medida que el sector de lujo se adapta a esta nueva situación, se observan que gran parte de la demanda simplemente se ha retrasado o desplazado a otras partes del mundo. “Por ejemplo, en China, los consumidores que antes iban de compras a París o Milán, ahora van a los distritos comerciales de alta gama de Pekín o Shanghái. A la inversa, debido a las restricciones a los viajes, los operadores de marcas de lujo tienen que depender en gran medida de los clientes locales para sus tiendas europeas. Las restricciones a los viajes hicieron que el crecimiento de las compras online en el sector del lujo fuera importante, y las marcas se vieron obligadas a centrarse en su presencia digital”, indican desde la gestora.
Y es que pese que el 2020 ha sido un año complicado, la demanda de vienes de lujo ha aguantado. Así lo muestra un estudio de Bain & Company que muestra que si bien el descenso ha sido del 23% en el año pandémico, se espera que la recuperación financiera acelere su curva al alza.
Fuente: Bain & Company
“Estas marcas reconocidas en todo el mundo operan en distintas regiones y están posicionadas para beneficiarse potencialmente de los cambios en los patrones de comercio mundial, en particular los que estamos empezando a ver a medida que las economías se abren después de los bloqueos inducidos por la COVID”, aclaran desde la gestora para adjuntar: “Entre ellos se encuentran el aumento de los viajes de negocios y de placer, el cambio hacia las ventas digitales y las tendencias de los consumidores hacia productos y experiencias de mayor calidad (premiumización)”.
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