Esta semana, todas las miradas estaban puestas en la reunión del BCE y en sus decisiones sobre política monetaria. Se trataba de una de las reuniones más importantes para la institución de los últimos tiempos, ya que además de las novedades sobre los movimientos de tipos de interés, los mercados esperaban impacientes el mensaje que […]
Esta semana, todas las miradas estaban puestas en la reunión del BCE y en sus decisiones sobre política monetaria. Se trataba de una de las reuniones más importantes para la institución de los últimos tiempos, ya que además de las novedades sobre los movimientos de tipos de interés, los mercados esperaban impacientes el mensaje que Christine Lagarde lanzara sobre la crisis europea bancaria que se ha producido durante las últimas jornadas, iniciada por el banco americano Silicon Valley Bank y acrecentada por el desplome de Credit Suisse.
El consenso de mercado descontaba una nueva subida de 50 puntos básicos, sin embargo, los últimos acontecimientos vividos por la banca, hacían augurar que el BCE podría cambiar su hoja de ruta y reducir su agresividad en cuanto a la política monetaria para calmar la preocupación ante un posible colapso bancario en Europa.
El Banco Central Europeo decidió, finalmente, subir los tipos de interés en medio punto porcentual hasta situarlos en el 3,5%, ante una inflación “demasiado alta durante demasiado tiempo”.
Asimismo, la institución subió en la misma medida, la facilidad de crédito y la facilidad de depósito, situándolas en el 3,75% y el 3% correspondientemente.
Christine Lagarde sostuvo durante una reunión más, que su objetivo es devolver la inflación a cotas del 2%, aunque la incertidumbre actual refuerza la idea de no hacer previsiones a largo plazo, sino seguir los datos macroeconómicos en el corto plazo para ir ajustando las decisiones sobre política monetaria y conseguir los objetivos de inflación.
Asimismo, y en cuanto a la coyuntura actual de incertidumbre sobre el sistema bancario europeo, la presidenta del BCE explicó que las previsiones económicas y las decisiones sobre tipos de interés se tomaron sin tener en cuenta la situación presente de los bancos en Europa.
Sin embargo, Lagarde quiso tranquilizar sobre esta situación, anunciando que los bancos europeos cuentan con niveles altos de liquidez y añadiendo que el consejo de gobierno del BCE respondería para sostener la estabilidad del sector bancario, si la ocasión lo requiriese.
El BCE cuenta con herramientas para soportar al sistema bancario y que no entre en conflicto con la política monetaria que se está llevando a cabo, por ello “seguiremos pendientes de los datos que se vayan publicando día a día, monitorizaremos de cerca las tensiones en los mercados y tomaremos las medidas necesarias para apoyar a los bancos en el momento en el que veamos necesario”, apostilló Lagarde.
Sobre las decisiones que la institución pueda adoptar en futuras reuniones, la presidenta del BCE indicó que “si las tensiones existentes desapareciesen, sabemos que nos quedaría mucho por hacer”, lo que indicaría que el BCE podría subir nuevamente los intereses en el futuro si la incertidumbre sobre la banca de Europa desaparece y no surgen otros inconvenientes que obliguen a moderar las decisiones de la institución.
Con los problemas actuales que atraviesan los bancos mundiales, “es difícil” determinar hasta dónde pueden llegar a subir los tipos de interés. Sin embargo, la presidenta afirmaba que “nadie debe dudar sobre que deben producirse nuevas subidas de los tipos de interés para aplacar la inflación”.
“Tenemos herramientas para hacer frente a los problemas del sector bancario, pero podemos seguir subiendo los tipos de interés. Podemos adoptar medidas inmediatas y los bancos cuentan con una liquidez elevada, por lo que seguiremos luchando para que la inflación baje”.
Los principales indicativos europeos cerraron la jornada de ayer con un tono alcista generalizado y con repuntes que superaron el 2% en el caso de algunos indicativos como el CAC parisino o el índice Euro Stoxx 50. El Ibex 35 repuntó un 1,50% y consiguió situarse en los 8.990 puntos.
Para Pablo Gil, estratega de XTB, la decisión del BCE “es algo negativo para el mercado” ya que significa “que se van a complicar las cosas”.
Según explica el analista de XTB, los bancos centrales no pretenden volver a tipos de interés negativos, salvo que vuelva una crisis severa como la del 2008. “Estamos iniciando un nuevo paradigma en el que los tipos de interés podrían estabilizarse en un entorno del 2% o del 2,5% de forma natural”, añade.
Por su parte, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro considera que “es probable que al alza de tipos de hoy sea su última gran subida” ya que se prevé una inflación más baja, a la que se suma la actual preocupación del sector financiero.
“El BCE ha destacado la resistencia del sector bancario del continente, con su fuerte capital, y ha afirmado que están dispuestos a proporcionar apoyo de liquidez si fuera necesario. Esta medida sería similar a las adoptadas por la Reserva Federal de EE UU y el Banco Nacional de Suiza”, añade.
Según la macroeconomista global de Fidelity International, Anna Stupnytska, “queda por ver si esta estrategia logra restablecer la calma en los mercados y es suficiente para hacer frente a cualquier otro efecto de contagio”.
“Los problemas del sector bancario, son un síntoma del entorno político mucho más restrictivo diseñado por los bancos centrales en los últimos meses”, añade, por ello tanto la Fed como el BCE “deben actuar con extrema cautela y flexibilidad a partir de ahora”.
Para el equipo de estrategia de Nextep Finance, el BCE quiere “quitarle hierro al asunto para demostrar fortaleza, o realmente no le dan mucha importancia porque consideran que el sector bancario está fuerte y vacunado ante lo que está ocurriendo en EEUU, ya que han insistido mucho sobre la fortaleza del sector”.
Sergio Ávila, analista de IG, por su parte, considera que el BCE se encuentra “entre la espada y la pared” ya que si no controlan la inflación, podría convertirse “en un problema insostenible”, mientras que si algún banco “se rompe”, pueden solucionarlo inyectando liquidez como han hecho la Fed y el Banco Nacional de Suiza.
Felix Feather, Quantitative Economic Analyst de abrdn, concluye que “hay incertidumbre en torno a la política monetaria, aunque los inversores pueden esperar que el actual ciclo de subidas vaya a más.