Los años de los tipos de interés en negativo han quedado atrás. Los bancos centrales mundiales han incrementado las tasas de interés durante los últimos meses para paliar una inflación que se encuentra desbocada como consecuencia de la Covid-19 y posteriormente por la guerra entre Ucrania y Rusia. Este incremento en la agresividad de su […]
Los años de los tipos de interés en negativo han quedado atrás. Los bancos centrales mundiales han incrementado las tasas de interés durante los últimos meses para paliar una inflación que se encuentra desbocada como consecuencia de la Covid-19 y posteriormente por la guerra entre Ucrania y Rusia. Este incremento en la agresividad de su política monetaria parece que está lejos de terminar y el mercado espera nuevas subidas de tipos en las reuniones que quedan hasta que finalice el año y, probablemente, en las que se produzcan en los primeros meses del 2023.
Después de años de penalización por la política monetaria de los bancos centrales, los bancos son ahora el principal beneficiado del giro en la postura de los mismos. Los resultados de los últimos dos trimestres, donde se han ido produciendo subidas de los tipos oficiales, han ido ayudando a los bancos para generar márgenes de rentabilidad superiores a los de los últimos años. Se ha visto, además, recientemente reflejado en los beneficios de las cuentas del tercer trimestre para la banca. Sin embargo, y a pesar de que se esperan meses futuros de ganancias por nuevas subidas de tipos de interés, los bancos no están reflejando, generalmente, el incremento de los intereses en la rentabilidad de los depósitos. El rendimiento para los ahorradores permanece prácticamente en los mismos niveles anteriores, es decir, casi a cero.
Javier Santacruz, economista y analista financiero considera que las subidas de los intereses sí se están viendo reflejadas en la rentabilidad de los bancos. Sin embargo “todavía es de una manera muy incipiente” y es difícil que puedan generar “fuentes de rentabilidad importantes” ya que para ello es necesario “subir el precio de los créditos y mantener bajo el coste de los depósitos, al mismo tiempo” explica Santacruz.
Según Tomás Gómez, profesor de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), la rentabilidad en los productos bancarios podría incrementarse por las subidas de los tipos de interés, pero, “con una inflación que se situará a final de año en el entorno del 8%, no existirá una oferta de producto bancario con la rentabilidad que se daba en los años 90” y “los ahorros serán menores en términos reales”.
El profesor de VIU confía en que las rentabilidades de los depósitos escalen si el BCE sigue subiendo tipos, pero “con campañas mucho menos agresivas que las de finales del siglo XX cuando los bancos competían por el dinero de los ahorradores”.
Javier Santacruz, economista y analista financiero, añade que “el problema” es que “hay mucha liquidez en el mercado” como para no preocuparse todavía por la rentabilidad de los depósitos bancarios.
José Luís Herrera, Analista de Banco BíG, sin embargo, explica en una entrevista para Dirigentes que desde la entidad cuentan con un depósito cuya rentabilidad es del 2% TAE durante tres meses, posteriormente ampliable otros tres. El analista explica que desde Banco BiG están realizando este esfuerzo para convertirse en el “banco de confianza de los españoles”.
Herrera afirma que Banco Big trata de adaptarse al mercado y ofrece “las rentabilidades acordes al entorno o incluso las supera”.
Tomás Gómez, de la VIU, explica que “desde los años 80 venimos observando que cuando el BCE logra el objetivo del 2% de inflación, pone en marcha una política monetaria menos restrictiva”. En ese caso, los bancos se verán obligados a reducir sus rentabilidades.
El analista financiero Javier Santacruz, sin embargo, considera que no se tratará de un incremento transitorio de la rentabilidad ya que los incrementos de los depósitos tendrán una “naturaleza permanente” porque se van a ver determinados por el mercado y “el cambio estructural que ya se está viviendo en los depósitos y en la política monetaria.
El economista Javier Santacruz explica en este sentido, que las entidades extranjeras con sucursal en España “lo tienen más fácil” a la hora de ofrecer depósitos “con intereses en términos de TAE más altos” ya que proceden de mercados “donde los tipos de interés de mercado son superiores”. Es el caso de Holanda o Alemania, por ejemplo, donde los tipos de mercado pueden obtener márgenes de rentabilidad un poco superiores.
“Es difícil que se produzca una carrera o una guerra del pasivo o que haya una revalorización importante para los bancos”, concluye Santacruz.
José Luis Herrera, analista del Banco BiG, explica que será difícil ver a los tipos en los niveles de la última década, aunque las rentabilidades que ofrecen los depósitos estarán muy relacionadas con los tipos de interés de los bancos centrales.
El analista de Banco Big, considera que sí son una buena opción ya que el riesgo para el depositante es “mínimo”, con una rentabilidad asegurada a vencimiento. Pero, añade, “es importante complementar el ahorro con un plan de inversión” y más aún en el entorno actual de inflación.
El profesor de la Universidad Internacional de Valencia, Tomás Gómez, considera que el ahorrador “goza de protección” para ser informado de los riesgos de cada producto financiero. En la coyuntura actual los depósitos bancarios aumentan la rentabilidad, pero esta “llega menguada al bolsillo del consumidor”, por la inflación.