Para muchos extranjeros, España es el país de la fiesta por excelencia. Cada año se organizan centenares de fiestas populares que incluyen antiguas tradiciones, y más de la mitad de ellas se concentran en los meses estivales. Una excusa perfecta para acercarse a conocer la cultura festiva del rincón del país que elijamos y de […]
Dirigentes Digital
| 09 jul 2018
Para muchos extranjeros, España es el país de la fiesta por excelencia. Cada año se organizan centenares de fiestas populares que incluyen antiguas tradiciones, y más de la mitad de ellas se concentran en los meses estivales. Una excusa perfecta para acercarse a conocer la cultura festiva del rincón del país que elijamos y de paso, descubrir los tesoros naturales y patrimoniales que se esconden en la España rural.
Suponen un reclamo excepcional para el turismo extranjero, al que le atraen las tradiciones festivas de nuestro país de manera especial. Prueba de ello es que las reservas de turistas extranjeros aumentan cuando hay algún evento de este tipo incluso en pequeñas localidades gracias a la fama que cosecha esa festividad en concreto.
De no ser por esas fiestas que han recuperado tradiciones en las que se puede leer la historia del lugar, muchas de ellas se habrían olvidado. La mayoría añade además a esa tradición dos elementos imprescindibles: gastronomía y música. Estas cinco fiestas populares son algunas de las más originales y veteranas.
El Cipotegato en Tarazona (Zaragoza)
Aunque la tomatina de Buñol esté adquiriendo una fama internacional que la sitúa entre las fiestas más atractivas del panorama, no es la única en la que los tomates son los protagonistas. El Cipotegato que se celebra cada 27 de agosto, en la que un bufón vestido de arlequín y que recibe el nombre de Cipotegato recorre Tarazona mientras le tiran tomates, es una buena muestra de ello. Entre tomatazos, es el encargado de dar comienzo a las fiestas de Tarazona, con pasacalles, baños de espuma, bailes folclóricos y por supuesto, verbenas. Cuentan que el origen de esta fiesta, que comenzó hace tres siglos, está relacionado con el personaje llamado ‘Pellexo de Gato’, quien participaba en el ‘Corpus Cristi’ aleccionando a los más pequeños para que no entorpeciesen los oficios. Con el tiempo, el personaje fue cayendo en desgracia, hasta el punto de que los más pequeños empezaron a plantarle cara lanzándole tomates.
Además de disfrutar de esta fiesta original y divertida, Tarazona y los pueblos que la rodean son un aliciente que merece de sobra el viaje. A la hora de descansar, podemos hacerlo en una casa rural como la de El Mirador del Moncayo, a menos de 4 kilómetros de Tarazona, en Santa Cruz de Moncayo, una casa de estilo rústico que se puede alquilar por habitaciones y tiene capacidad para 12 personas. Con un patio empedrado con aperos colgando de sus paredes, salón con chimenea y las habitaciones de la planta superior abuhardilladas, es el lugar perfecto para desconectar después de la fiesta.
Fiesta vaqueira entre Valdés y Tineo (Asturias)
Cada último domingo de julio, se homenajea a los vaqueiros en la braña de Aristébano, entre los concejos de Valdés y Tineo, con esta celebración que tiene seis décadas de vida. En ella se celebra una boda vaqueira en la que los novios llegan a caballo, mientras que las pertenencias que aportan al matrimonio, como la cama, el ajuar de la novia y los útiles de montar del novio, llegan en carros tirados por bueyes. Todo acompañado por gaiteros y un cortejo, tras lo que tiene lugar la comida tradicional, el baile y el canto de vaqueiradas.
No sólo se trata de una fiesta con personalidad y mucho sabor tradicional, sino que además se celebra en un entorno ideal para los amantes de la naturaleza ya que descubrirán el corazón del occidente asturiano. Para conocerlo a fondo tenemos bastantes opciones de alojamiento. Una de ellas es Ca Lulon, una casa de labranza típica asturiana del siglo XIX, ubicada en el concejo de Tineo, en el valle de Yerbo. Compuesta por la casona, el pajar y la panera, levantados en una amplia finca regada por el río Yerbo. Se divide en cuatro apartamentos rurales con capacidad para tres, cinco y seis personas.
Fiesta de la Rama en Agaete (Las Palmas)
En Agaete, a orillas del Atlántico y en pleno puerto de Las Nieves, al norte de la isla de Gran Canaria, celebran cada 4 agosto una tradición milenaria para pedir agua a los dioses que los antiguos aborígenes comenzaron. En ella, miles de danzantes recorren las calles agitando ramas en el aire al ritmo de la música para acabar golpeando también el mar hasta llegar al santuario de la Virgen, donde hacen la ofrenda.
Es una ocasión perfecta para recorrer la zona y observar el extraordinario contraste de paisajes que tienen tanto al mar como a los verdes valles de protagonistas. Un buen lugar para montar nuestra base de operaciones es la Casa Cueva Villa Aday, en Santa María de la Guía, a 18 kilómetros de Agaete, unas cuevas donde vivieron los antepasados de los actuales propietarios, que las han rehabilitado como cómodas viviendas llenas de encanto. En dos de sus dormitorios aún se conserva el suelo original, además de la bodega excavada a mano. Un alojamiento diferente con instalaciones exteriores que incluyen solárium, ducha exterior, terraza, aparcamiento y jardín con zona de barbacoa.
Romería vikinga de Catoira (Galicia)
El primer domingo de agosto se celebra todo un acontecimiento en la localidad pontevedresa de Catoira. Desde hace casi 60 años, sus vecinos se caracterizan para escenificar las invasiones vikingas sufridas hace mil años simulando el ataque pirata a la villa. Pero antes de que eso ocurra, los grupos folclóricos recorren las calles de Catoira hasta las Torres del Oeste, un conjunto fortificado del siglo IX que durante siglos resistió el ataque de ejércitos. Y a mediodía, antes del desembarco, se obsequia a los romeros con mejillones y vino del Ulla. El broche lo pone la propia batalla, en la que los participantes acaban completamente empapados de vino.
Para asistir a esta espectacular fiesta y también descubrir los encantos de este privilegiado rincón de la comarca de Caldas podemos alojarnos en el pazo El Mirlo Blanco, ubicado en una finca de más de 14.000 m² con huerta, granja y piscina y unas estupendas vistas de la ría de Arousa y del monte Xiabre. Formado por una capilla, la casa principal y antiguas cuadras convertidas en habitaciones, además del hórreo y el palomar, dispone de once habitaciones dobles con baño.
El Cascamorrax en Baza y Guadix (Granada)
La fiesta conocida como El Cascamorrax lleva celebrándose nada menos que 500 años, y en ella el personaje bautizado con ese nombre intenta entrar cada 6 de septiembre en Baza para llevarse la talla de la Virgen de la Piedad a Guadix. Le permitirán hacerlo si consigue acceder sin una sola mancha en sus ropas. Y para que no lo logre, los vecinos de Baza harán lo posible por mancharlo con más de 3.000 litros de pintura.
Se trata de una de las fiestas populares más antiguas, y nos pone en bandeja poder conocer la sierra de Baza además de dos localidades con un gran patrimonio monumental como Baza y Guadix. En esta última tenemos la oportunidad de alojarnos en lugares únicos como las Cuevas Hammam Abuelo José. Cuenta con capacidad para 24 personas, terraza, huerto ecológico y piscina.
Los limones solidarios de Novales (Cantabria)
Cada agosto, desde 2010, Novales celebra un encuentro solidario: una fiesta alrededor del limón y sus derivados con el objetivo de recaudar fondos para trabajadores desempleados de larga duración, la aportación de ayudas de emergencia social a familias del municipio de Alfoz de Lloredo (becas de comedor, alimentos, ayudas para pagos de luz y agua) y a mantener los fondos para el ropero solidario y el banco de alimentos, abiertos todo el año.
Una buena opción para disfrutar de estas fiestas solidarias es Hostería SPA El Pomar, una impresionante casona montañesa de estilo torre construida en el siglo XVII. Fue en tiempos un palacio señorial y, anteriormente, posada de postas en el Camino Real que unía Oviedo y Santillana del Mar.