Los vinos de Bodegas Virtus, de la Denominación de Origen Ribera del Duero, siguen su plan de posicionamiento tras el cambio de imagen de la bodega y relanzamiento del proyecto. Lavinia (Ortega y Gasset, 16), la tienda especializada de mayor prestigio de la capital -y una de las mejores de España-, y el restaurante Zalacaín […]
Dirigentes Digital
| 21 jun 2022
Los vinos de Bodegas Virtus, de la Denominación de Origen Ribera del Duero, siguen su plan de posicionamiento tras el cambio de imagen de la bodega y relanzamiento del proyecto. Lavinia (Ortega y Gasset, 16), la tienda especializada de mayor prestigio de la capital -y una de las mejores de España-, y el restaurante Zalacaín (Álvarez de Baena, 4), primer 3 estrellas Michelin de nuestro país, ya han apostado por los vinos de Virtus.
Iñigo López de la Osa, propietario de la bodega ribereña, es la segunda generación al frente del proyecto y este año, precisamente, ha querido dar un fuerte impulso a la marca con dos firmes líneas: la elaboración de vinos de larga guarda y la apuesta por la variedad de uva blanca típica de la región vinícola, la albillo mayor.
Mónaco fue el escenario para la puesta de largo de Virtus hace unas semanas, pues Iñigo y su esposa, Francesa Franco, residen allí. En el restaurante The Grill en Montecarlo, que disfruta de una estrella Michelín y está situado en la última planta del mítico Hotel de París, se celebró por primera vez una cata vertical del vino tinto Virtus Gran Reserva, para demostrar la capacidad de guarda de las referencias de la bodega.
Virtus Gran Reserva 2014 (ya agotado), Virtus Gran Reserva 2015 y una muestra de Virtus Gran Reserva 2019 (aún ha salido al mercado) dejaron patente que una buena calidad de la uva, en este caso tempranillo, y el ‘savoir-faire’ en bodega permiten la elaboración de vinos que se sobreponen al paso del tiempo y son dignos de estar en las cartas de los mejores restaurantes del mundo.
En la recién celebrada ceremonia de los premios Dirigentes 2022, de hecho, los asistentes tuvieron la ocasión de disfrutar de Virtus Gran Reserva 2015 durante el cóctel que se ofreció tras la finalización del evento.
Virtus nació como la historia de dos pasiones, la doma de caballos y el vino. En 1986, Paloma Escribano hizo realidad su sueño de crear una bodega en Ribera de Duero bajo su visionaria perspectiva de sostenibilidad y respeto por la materia prima, en ausencia de productos químicos. Esto le llevó a ser una de las primeras mujeres viticultoras en la región y pionera en liderar una bodega boutique.
De la vinculación entre el caballo y el vino surgió un matrimonio con cinco hijos, Iñigo López de la Osa Escribano, uno de los jinetes de salto más renombrados de España, tomó el relevo generacional de la bodega en 2012.
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, especializado en Obstetricia y Ginecología en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), Iñigo fue elegido como ‘Dirigente de Éxito’ en 2018.