El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó liberar un millón de barriles de petróleo diarios de las reservas estratégicas del país en un esfuerzo por controlar los altos costos del combustible y del gas provocados por las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados a Rusia a raíz de la invasión de […]
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| 01 abr 2022
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó liberar un millón de barriles de petróleo diarios de las reservas estratégicas del país en un esfuerzo por controlar los altos costos del combustible y del gas provocados por las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados a Rusia a raíz de la invasión de Ucrania. Aunque Biden también culpó de los altos costos de la energía a los efectos económicos persistentes de la pandemia de COVID-19.
La liberación de hasta 180 millones de barriles de petróleo en seis meses es la mayor hecha por Estados Unidos desde que se creó la reserva en 1974 y se hace en un intento de combatir lo que el presidente estadounidense ha denominado “el aumento de precios de Putin”. El objetivo es aliviar la escasez de suministro provocada por la guerra en Ucrania que a su vez está haciendo que suba el precio de la energía. Funcionarios del gobierno calculan que la producción aumentará en 700.000 barriles adicionales diarios en 2023.
Los primeros barriles del anuncio saldrán al mercado en mayo para entregarse ese mismo mes. Para Joe Biden esta medida “servirá como puente hasta fin de año, cuando la producción nacional aumente”.
“Esta acción marcará una verdadera diferencia con el tiempo”, dijo Biden ante los periodistas en la Casa Blanca. Pero es poco probable que la liberación de reservas sea suficiente para compensar la pérdida de suministros de Rusia, el segundo mayor exportador de petróleo del mundo después de Arabia Saudita. Para los expertos la liberación de alrededor de 1 millón de barriles por día no resolverá totalmente la crisis energética.
Además el presidente estadounidense pidió al Congreso que cree una legislación para gravar a las empresas que arriendan tierras públicas donde hay pozos petroleros pero los mantienen inactivos y “no producen para los estadounidenses”. “Ninguna compañía petrolera debería aprovechar una pandemia o las acciones de Vladimir Putin a expensas de las familias estadounidenses”, dijo Biden. “Producción e innovación, eso es lo que deberían hacer”, agregó el presidente de Estados Unidos, quien incitó a dichas empresas a invertir en los clientes porque, les dijo, “no solo es lo patriótico, sino que también es bueno para su negocio”.
Tras el anuncio de Joe Biden, el índice de referencia del petróleo de EE. UU., West Texas, bajó aproximadamente un 4,7% a alrededor de 103 dólares por barril, mientras que el del Mar del Norte, el Brent, cayó también a alrededor de 108 dólares el barril. A principios de marzo, y después de la invasión rusa sobre Ucrania, el petróleo alcanzó récords históricos que no se veían desde la crisis financiera de 2008. El barril de crudo Brent llegó a los 139 dólares. Desde entonces las cotizaciones han bajado sensiblemente, aunque se mantienen altas y siguen siendo casi un 70% más altas que hace un año.
Esta medida de la administración Biden se producía justo después de la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, incluida Rusia, en la que anunciaron, como se esperaba, un leve aumento de su producción de crudo. En concreto “ajustarán al alza la producción total mensual en 432.000 barriles diarios para el mes de mayo”.
Además remarcaron que “la volatilidad actual no está causada por los fundamentos, sino por los desarrollos geopolíticos en curso”.
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