«Consumo respetuoso con el medio ambiente» es una expresión que significa distintas cosas dependiendo de las personas. Examinemos esta tendencia en relación con los alimentos, sus ingredientes y cómo se cultivan. La mayoría de los consumidores equiparan el consumo respetuoso con el medio ambiente con «alimentos naturales», es decir, alimentos libres de sustancias químicas, de ingredientes artificiales y de organismos genéticamente modificados, es decir, orgánicamente cultivados.

Según una encuesta de Nielsen, el 58 % de los consumidores encuestados en todo el mundo quiere más productos totalmente naturales y, según un estudio de Euromonitor, el 30 % de los consumidores «lee detenidamente las etiquetas de nutrición de alimentos y bebidas». A lo largo de la pasada década, la categoría de alimentos «saludables» prácticamente se ha duplicado y su crecimiento futuro parece acelerarse con la previsión de que alcance el billón de USD en los próximos años.

Agricultura orgánica, una inversión a largo plazo

Si bien el mercado de alimentación orgánica es enorme, el porcentaje de explotaciones agrícolas de este tipo crece muy poco a poco y abarca menos del 10 % del total de tierras cultivables en Europa y un escaso 1 % en EE. UU. La agricultura orgánica no consiste simplemente en dejar de utilizar los pulverizadores químicos: los agricultores deben aprender a gestionar los nutrientes del suelo sin fertilizantes, y a acabar con las malas hierbas y los insectos sin herbicidas ni insecticidas. Se trata de una curva de aprendizaje pronunciada.

La agricultura orgánica requiere equipos diferentes y otras inversiones iniciales, además de exigir mano de obra adicional, fundamentalmente para eliminar las malas hierbas. Las normativas también pueden obligar a la rotación de cultivos, lo que limita las cosechas producidas en un año dado. Como resultado, los sistemas orgánicos han de esperar generalmente un periodo de transición de unos 5 años para poder competir con los cultivos convencionales.

Una vez implementadas, las técnicas orgánicas son superiores a la agricultura convencional, ya que requieren un 45 % menos de energía, producen un 40 % menos de emisiones de carbono y contribuyen al estado de salud del suelo en lugar de agotarlo. Con la mejora de la salud del suelo, la cantidad de agua que se filtra a través de la tierra a los sistemas orgánicos aumenta del 15 al 20 %, lo que permite reponer la capa freática y aumentar el rendimiento.

Las marcas globales se asocian con los agricultores

Las grandes marcas se están involucrando para optimizar la producción y ayudar a los agricultores comercialmente. PureCircle produce el edulcorante natural Stevia. La planta de la estevia es unas 40 veces más dulce que el azúcar, requiere menos espacio de crecimiento y se puede cosechar hasta cuatro veces al año, lo que proporciona ingresos más estables para los agricultores. Otro ejemplo es Unilever Hindustan, que ayuda a 8000 agricultores indios a optimizar el cultivo de tomates en más de 11 000 acres de tierra. Finalmente, como destacado productor de productos de chocolate, Mondelez colabora con los gobiernos y las comunidades agrícolas de Ghana y Costa de Marfil para establecer niveles de deforestación cero en estos dos países. Se trata de un objetivo destacado porque Ghana y Costa de Marfil producen el 60 % del cacao del mundo. Este hecho también impulsó la decisión de inversión del equipo de renta variable fundamental de Nordea Asset Management (NAM) cuando incorporaron Mondelez International a su estrategia Global Stars Equity.

Los ingredientes son importantes y los consumidores están dispuestos a pagar más por «Etiquetas limpias»

«Etiqueta limpia» se ha convertido en una expresión general para hacer referencia a alimentos saludables y sostenibles. Los consumidores más jóvenes son los que están más dispuestos a pagar una prima. La demanda de alimentos saludables y naturales para bebés puede ser un factor importante en la predisposición de los milennials a pagar más por etiquetas limpias.

Los ingredientes son esenciales en la percepción que tienen los consumidores de una alimentación sana. Esta es un área que se afianza actualmente como resultado de la atención cada vez mayor que prestan los consumidores a los alimentos más sanos. Entre los líderes globales en sabores e ingredientes alimentarios limpios, Kerry Group, componente de la estrategia Global Stars Equity, es un grupo conocido por asociarse con sus clientes para producir soluciones de alimentación, entre las que se incluye un producto de apio cultivado que proporciona una textura natural y que mantiene al mismo tiempo un sabor fresco a lo largo de la vida comercial de los productos cárnicos. International Flavors and Fragrances (IFF), otro de los componentes de la estrategia Global Stars Equity, también se beneficia de la megatendencia de los alimentos saludables. La empresa suministra sabores y fragancias al sector de la alimentación, y ha adquirido recientemente Frutarom, un proveedor especializado en especias e ingredientes basados en frutas. Otra empresa, Symrise, ofrece soluciones de sabor para productos de alimentación con un objetivo de sostenibilidad del 100 % en la obtención de ingredientes clave para el año 2020. Se trata de una meta ambiciosa si se tiene en cuenta que Symrise opera en 40 países y cuenta con más de 5000 proveedores en todo el mundo.

El caso de la integración regresiva: Symrise

Aplicando un estricto control a la cadena de suministro, los proveedores de ingredientes pueden garantizar la calidad y el cumplimiento de prácticas sostenibles por parte de los proveedores. Desde una perspectiva económica, las relaciones sólidamente integradas de forma regresiva con los proveedores ayudan a minimizar el consumo de recursos y, por tanto, a reducir los costes de producción. La integración regresiva también permite desarrollar sólidas bases para relaciones futuras.

Por ejemplo, la remolacha es una fuente importante de colorantes naturales para alimentos. Recientemente, un ataque de hongos en Francia redujo la cosecha de remolacha de Symrise de 80 toneladas a entre 10 y 20 toneladas, y también afectó al color. En lugar de abandonar a los productores, Symrise colaboró con los agricultores para encontrar una solución. Modificaron los horarios de riego y los volúmenes, y cambiaron los fertilizantes y las áreas de cultivo. Los resultados son alentadores y pueden ayudar a prevenir incidentes futuros.

¿La malvada máquina verde?

Con la adquisición en 2017 de WholeFoods, empresa minorista dedicada a los alimentos sostenibles, Amazon provocó escalofríos entre los minoristas alimentarios tradicionales: si Amazon pudo revolucionar la forma en la que las personas compran libros, ¿por qué no en la que compran brócoli y huevos? En la actualidad, Amazon cuenta con más de 300 millones de usuarios activos, una potente comunidad para impulsar el consumo respetuoso con el medio ambiente. En una frutería virtual de Amazon, los usuarios pueden escoger las características que deben tener sus alimentos. Una búsqueda por «orgánico» y «libre de organismos genéticamente modificados» reduce el número de artículos de miles a unos modestos 149, lo que apunta a un potencial de crecimiento importante en esta área. El éxito futuro de los productores de alimentos dependerá, en parte, de su capacidad para etiquetar adecuadamente los productos que venden en las estanterías virtuales de Amazon. Aquellos que lo logren podrían beneficiarse de una oportunidad cifrada en un billón de USD.