La economía mundial se asemeja cada vez más a una bicicleta inestable que se puede volcar por el más mínimo bache en el camino. Hace tres meses dijimos que "la relajación de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la mayor flexibilidad de los bancos centrales y los beneficios de la reducción de los precios del petróleo deberían estabilizar la actividad mundial a finales de este año y apoyar una mejora en nuestra previsión de crecimiento mundial para 2020". Sin embargo, dos de esos apoyos han desaparecido y dependemos más de una política monetaria más flexible para mantener la actividad.

Desde la crisis financiera, ha habido una escasez de demanda en la economía mundial, ya que los hogares estadounidenses han reducido el endeudamiento y China ha comenzado a hacer frente a las deudas incobrables de su sistema bancario. Esto nos deja con una tasa relativamente lenta de crecimiento subyacente, o "estancamiento secular".

Los banqueros centrales han estado haciendo un trabajo eficaz para mantener la estabilidad económica a través de la relajación de las políticas monetarias, pero crecerá la presión para que los gobiernos asuman su responsabilidad.

El lado positivo es que el mercado laboral ha resistido notablemente bien, especialmente en Estados Unidos, Reino Unido y Japón, lo que da fe de las reformas que lo han flexibilizado. Sin embargo, esto ha conllevado un débil crecimiento de la productividad que se refleja en un escaso aumento de los salarios reales. Aunque los economistas lo han valorado positivamente, hemos visto que en las recientes elecciones europeas y en otros eventos esto se ha convertido en una fuente de descontento político.

En consecuencia, la economía mundial es vulnerable a perturbaciones como el aumento de las tensiones comerciales que amenazan las exportaciones y el gasto de capital como resultado del aumento de la incertidumbre. Por todo ello, creemos que nos encontramos con una economía mundial que se asemeja a una bicicleta inestable que puede accidentarse con el más mínimo bache en el camino.