Alemania está en shock. Nadie había esperado que Vladimir Putin, que habla perfectamente alemán, pudiera haber engañado a la Unión Europea, olvidando el enorme daño que hace a su propia gente atacando Ucrania, su brazo económico. El canciller alemán Olaf Scholz, que no destaca por ser muy empático o emotivo, se ha dirigido ya varias […]
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| 08 mar 2022
Alemania está en shock. Nadie había esperado que Vladimir Putin, que habla perfectamente alemán, pudiera haber engañado a la Unión Europea, olvidando el enorme daño que hace a su propia gente atacando Ucrania, su brazo económico. El canciller alemán Olaf Scholz, que no destaca por ser muy empático o emotivo, se ha dirigido ya varias veces desde la televisión a los alemanes para explicar lo ocurrido, al igual que lo ha hecho Emmanuel Macron con el pueblo francés. El tándem franco-alemán ha fracasado en su misión diplomática con Rusia, país que no solamente tiene su propia mafia, sino que también es hogar de muchos cibercrimenes. Por ello, esta guerra indirecta con Europa será muy diferente para los alemanes.
Los daños para Alemania no estarán solamente en lo económico, sino también en el suministro básico por posibles ataques cibernéticos. El Centro Nacional de Seguridad Cibernética británico advirtió, ya antes de la invasión, sobre este tipo de delincuencia digital con consecuencias internacionales.
“No es fácil saber si los países que han aplicado sanciones a Rusia podrían ser atacados de forma cibernética, pero sería interpretado como una amenaza seria y declaración de guerra”, dice Ricardo Palomo, experto en tecnología de la Universidad San Pablo CEU en Madrid. Pero el economista cree que los ataques se centrarán en Ucrania y quizá en las repúblicas bálticas.
El jefe de Deutsche Telekom, Timotheus Höttges, advirtió recientemente a las empresas alemanas que se prepararan para posibles guerras en las redes: “En nuestro mundo occidental, que a veces parece ideado por Disney, nos falta un poco de sentido de la realidad”, dice Höttges con palabras muy claras en la presentación de los últimos resultados empresariales.
El ministerio de interiores en Alemania, ya había anunciado anteriormente que, debido a las sanciones, se esperaban más ciberataques. La ministra Nancy Faeser, dijo que se ha pedido a las empresas que aumenten sus medidas de seguridad. Los operados de infraestructuras críticas, como las empresas de telecomunicaciones o los proveedores de energía, habían recibido “amplias recomendaciones de actuación”, decía. Sin embargo, actualmente no hay amenazas concretas.
Pero el caso “Petya/NotPetya” de 2017, muestra la rapidez con la que malware puede propagarse. Se sospecha que el grupo “Sandworm”, que está asignado al servicio de inteligencia militar ruso, GRU, estuvo detrás del ataque. Después de que inicialmente solo fueran atacadas empresas y autoridades ucranianas, se propagó a varias empresas, también en EE.UU. y Europa. Solo el grupo de Beiersdorf estimó los daños en “varios millones de euros”. Las autoridades de seguridad cibernética del Reino Unido y EE.UU. advierten sobre el malware llamado Cyclps Blink, que se dice que también proviene de “Sandworm”.
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