Desde mediados de enero hasta mediados de febrero se darán sucesos importantes en el mercado, que pueden influir en el desarrollo de los activos de cara a los próximos meses. A principios de febrero se reunirán tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo para subir, previsiblemente, los tipos y analizar la situación económica. […]
Desde mediados de enero hasta mediados de febrero se darán sucesos importantes en el mercado, que pueden influir en el desarrollo de los activos de cara a los próximos meses. A principios de febrero se reunirán tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo para subir, previsiblemente, los tipos y analizar la situación económica. Más allá de estas fechas clave, en esas semanas también dará comienzo la temporada de resultados empresariales correspondientes con el cuarto trimestre del 2022.
Precisamente, en los resultados empresariales, la atención del mercado será aún mayor teniendo en cuenta las muchas incertidumbres que hay en el horizonte. Saber cómo está afectando la inflación y el debilitamiento económico es la principal razón para poner atención a las cuentas que se presenten. Además, no hay que olvidar que algunas gestoras ya están advirtiendo que para este año podrían verse revisiones importantes en las previsiones de beneficios y esto haría caer las valoraciones y la cotización de las acciones, pero ¿cuáles serán las claves de esta campaña de resultados?
Lo cierto es que, desde hace unos meses, las principales casas de análisis ya están haciendo recortes de las estimaciones para las cuentas que puedan presentar las empresas a lo largo de este nuevo año. “Los analistas vienen realizando recortes en sus estimaciones de márgenes, pero no tanto en las estimaciones de beneficios y lo cierto es que entre ambos conceptos (márgenes y beneficios) existe una correlación muy elevada, y sorprende que en las estimaciones se observe un mayor estrechamiento de los márgenes que de los beneficios”, comenta Antonio Castelo, analista de iBroker.
Además de este apunte técnico, el mismo analista destaca que estos recortes se han producido más en Estados Unidos que en Europa. Algo que puede hacer que en las compañías americanas se den menos sorpresas desagradables que en las europeas, debido a que no se han corregido tanto las estimaciones.
El índice de profit warnings de cara a los resultados del cuarto trimestre de 2022 se mantiene elevado, aunque por debajo de los niveles que se registraron en el trimestre anterior. Un nivel de profit warnings elevado suele alertar de una campaña de resultados con menores sorpresas positivas, “aunque en esta ocasión esto puede ser dudoso, ya que se han revisado con mucha fuerza las estimaciones de resultados para el 4T22 desde el inicio del trimestre, con recortes máximos desde 2020”, comenta Castelo.
Por todo ello, el analista de iBroker considera que “podría volver a producirse una campaña de resultados más o menos tranquila, con los inversores todavía fijándose en las sorpresas positivas publicadas en la campaña y menos en las peores perspectivas que puedan presentar las compañías”, sostiene.
Aunque, no hay que olvidar que en esta presentación de cuentas también se pueden vislumbrar algunos problemas económicos para las cotizadas. Según el experto, la elevada relación de anuncios sobre recortes de plantilla en grandes compañías es algo a tener muy en cuenta, ya que hasta ahora habían sido las grandes tecnológicas, pero ahora empiezan a acompañar en estos mensajes otro tipo de empresas de otros sectores.
Según los principales consensos de mercado, en las compañías americanas, y en cuanto a resultados, parece que los sectores más fuertes serán la energía, industriales e inmobiliario. Mientras que los menos fuertes parecen ser los servicios financieros, servicio a los consumidores y consumo discrecional.
Así las cosas, no parece que vaya a ser una campaña de resultados demasiado agitada, debido a esos recortes en las estimaciones que se hicieron durante los meses de octubre y noviembre. Sin embargo, y como suele ser habitual, pueden producirse sorpresas tanto en el lado positivo como en el negativo. Pero, la peor parte se la podría llevar Europa debido a que la corrección de expectativas no ha sido tan fuerte como en las cotizadas de Wall Street.